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Pedro Luis Uriarte o el empeño en la defensa del Concierto Ecónomico Vasco

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Cada vez son más las voces en el Estado español que lanzan sus dardos contra el Concierto Económico vasco y el Convenio Económico navarro. Y no hay que salir del País Vasco para ello, porque cabe recordar lo que decía hace casi un año Kepa Aulestia: Incrementar el cupo vasco para solucionar el déficit catalán.

Pedro Luis Uriarte, consejero de Economía y Hacienda del Gobierno Vasco entre 1980 y 1984 (con Carlos Garaikoetxea como lehendakari) y una de las personas que negoció el primer concierto tras la muerte de Franco, se ha empeñado en defenderlo. Dice que como no hay manera de defender lo que desconocemos, ha dedicado los dos últimos años a escribir un libraco de 2.685 páginas (136 MB) que se puede descargar gratuitamente en la web El Concierto Económico.

Uriarte, que destacó en el sector bancario y tuvo importantes responsabilidades en el BBV y el BBVA, eligió la Universidad de Deusto para presentar su trabajo el pasado lunes, 16 de noviembre.  La presentación puede verse aquí. Son dos horas de vídeo (yo sólo he llegado a ver la mitad del mismo).

Me parece muy interesante este empeño suyo por "evangelizar" el concierto, y se lo agradezco, pero no sé si una puesta de largo llena de corbatas (el alcalde de Bilbao, la consejera de Educación, gente del mundo educativo y de la empresa...) es la mejor opción para llegar al pueblo llano. Esperemos que se prodigue también en otros ámbitos y otros territorios (he visto que estará en Artium (Gasteiz) este próximo 26 de noviembre acompañado por el lehendakari Ibarretxe) y que no se dedique a meter sopapos como el que le mete al sindicato ELA.

Me he bajado la Presentación de la obra (114 páginas) y ya se puede ver que Uriarte (PLUS) no tiene el don de la concreción, porque se puede presentar la obra en muchas menos páginas. En el vídeo se puede apreciar también que no para quieto y no aparenta los 72 años que tiene. Da muchos datos, hace alguna que otra broma y hay momentos en los que se enciende.

Dice PLUS que no militar en ningún partido y que ha tomado la decisión de encarar este proyecto por iniciativa propia.

El viernes lo entrevistó Javier Vizcaíno en su programa "Euskadi Hoy" de Onda Vasca y hoy domingo el Grupo Noticias publica una entrevista hecha por Iñaki González: “El Concierto nos permite hacer políticas diferenciales, pero hay que repensar Euskadi”.

A mí me ha gustado bastante la entrevista de Ivan Santamaria publicada también este viernes en el diario Berria: «Armen indarrez inposatu zena ezin da pribilegioa izan». Traduzco la misma y la publico aquí abajo (las negritas son mías).

Pedro Luis Uriarte: "Algo impuesto por la fuerza de las armas no puede ser un privilegio"

Pedro Luis Uriarte (Bilbao, 1943) negoció el primer concierto económico tras el fin de la dictadura como consejero de Economía y Hacienda del Gobierno Vasco. Ha analizado el sistema de arriba abajo y el resultado de todo ello es un libro de casi 3.000 páginas. Su intención es luchar contra la ignorancia y el error —«el 99% de quienes lo critican no saben de qué hablan», dice serio—, pero al mismo tiempo pretende reivindicar y defender el valor práctico del sistema financiero para la sociedad de la Comunidad Autónoma Vasca (CAV). El libro —El Concierto Economico Vasco. Una Vision Personal— se puede descargar en la web www.elconciertoeconomico.com.

Ivan Santamaria: ¿Está el concierto en peligro?

Pedro Luis Uriarte: Está amenazado. Pasar de la amenaza al peligro supone un paso más. Hay dos líneas principales en contra: suprimirlo o minimizarlo, aumentando lo que debes pagar al Estado.

Ivan Santamaria: ¿Es una opción posible cambiar el sistema sin un acuerdo previo con las administraciones de la CAV y a través de una decisión unilateral?

Pedro Luis Uriarte: Teóricamente sí, pero no jurídica ni políticamente. En primer lugar, deberías reformar la Constitución española y eliminar la Disposición Adicional Primera. Es posible. Eso es lo que pretende Ciudadanos. Pero tiene consecuencias políticas: el cambio ha de ser aprobado a través de un reférendum y el voto contrario en el País Vasco sería masivo. ¿Es posible hacer una Constitución que tenga aquí un 90% en contra? Y no es eso únicamente.

Ivan Santamaria: ¿Qué más hay?

Pedro Luis Uriarte: El Estatuto de Gernika dice claramente que las relaciones financieras se regularán mediante el sistema tradicional del Concierto Económico o Convenios. El Estatuto es una ley orgánica, aprobada por reférendum. Eliminar eso sería un ataque directo. ¿Y qué ofrecerás luego? ¿Un estatuto sin concierto? Fracasarás en el reférendum. ¿O estás dispuesto a imponer un estatuto sin reférendum? Políticamente es una locura y, además, con el cupo no solucionarás nada.

Ivan Santamaria: ¿Se solucionarían los problemas financieros de las comunidades autónomas españolas aumentando el cupo?

Pedro Luis Uriarte: Sería entendible que la CAV aportara más, por ejemplo, si fuera beneficioso para alguien. Pero el único efecto positivo de algo que a nosotros nos supone un gran perjuicio es contable. Si pagas mil millones de euros más en el cupo, el déficit del estado no sería de 50.000 millones sino de 49.000. ¿Qué le importa al Estado esa diferencia? El sacrificio podría comprenderse si viéramos que lo que quitas aquí ha ido a parar a un enfermo o a un niño, pero no será así.

Ivan Santamaria: ¿Qué consecuencias tendría aquí que el cupo subiera mucho?

Pedro Luis Uriarte: Aumentando lo que debes abonar al Estado, te quedarán menos recursos y eso supondría que bajaría el presupuesto de todas las instituciones públicas de la CAV. El peligro de minimizar el Concierto radica en que tú y yo recibiéramos una educación peor, se redujeran las ayudas sociales y tuviéramos peores carreteras.

Ivan Santamaria: ¿Es consciente la ciudadanía de la CAV del impacto que tiene el concierto en su día a día?

Pedro Luis Uriarte: Es eso lo que me ha llevado a escribir el libro. Me parece que la sociedad vasca se ha dormido un poco en los laureles. Y no se da cuenta de que la cuestión es muy importante. Cree que es un asunto de los gobiernos o de los partidos. Sí, claro que lo es, pero detrás del gasto público hay personas. Quiero enviar un mensaje diáfano a la sociedad, que vean que es algo que tiene efectos directos. Cuando se dice que nos van a subir el cupo en mil millones, los ciudadanos deberían pagar más impuestos o se deberían reducir los servicios públicos.

Ivan Santamaria: ¿Cuál es la principal consecuencia de tener el concierto económico?

Pedro Luis Uriarte: Los impuestos que se pagan aquí tienen relación directa con nuestro estado del bienestar. Se dice que el concierto económico es la base de nuestra autonomía política. Está bien dicho, pero hay un concepto más cercano: el concierto es el pilar de nuestro estado del bienestar. Nosotros pagamos la sanidad, la educación y las carreteras. No recibimos nada del estado. Nosotros contribuimos para sostener el estado, pero el resto del dinero queda en nuestras manos.

Ivan Santamaria: El PNV dice que si se suprime el concierto se rompería el único elemento que ata la CAV a España. ¿Está de acuerdo?

Pedro Luis Uriarte: No soy político. Bueno, eso es lo que dice Andoni Ortuzar. Si fuera así, ¿a los dirigentes españoles les interesa un acuerdo entre el PNV y EH Bildu, un acuerdo que tendría más peso político que el de Cataluña? Si estuviera en el sitio del gobierno del estado, no me metería en ese follón estando Cataluña como está. Se están viendo cambios.

Ivan Santamaria: ¿Dónde percibe ese cambio de actitud?

Pedro Luis Uriarte: Ciudadanos comenzó diciendo que había que suprimir el concierto. Luego, Albert Rivera sostuvo que había que aumentar el cupo un 25%, 400 millones. Luego llegó el planteamiento de la nueva Agustina de Aragón, es decir, Inés Arrimadas; que Europa lo solucionaría. Una tontería mayúscula. La armonización fiscal -y ya veremos si se logra- no supone que desaparezcan las haciendas de Francia y de Alemania, ni tampoco las de aquí. El último ha sido el economista Luis Garicano: que dice que ha de calcularlo un auditor suizo. ¿Pero esto qué es? Son planteamientos superficiales que vienen dados por los prejuicios y la ignorancia.

Ivan Santamaria: ¿Por qué ahora? ¿Qué es lo que ha cambiado para poner en entredicho el sistema?

Pedro Luis Uriarte: Que las quince comunidades del régimen común están en bancarrota. Están diciendo lo que están diciendo contra el concierto y el cupo por razones políticas, aunque no tiene nada que ver con su modelo de financiación. Quitandóselo al País Vasco no verán un euro más, porque ese dinero se lo quedará el estado. Es al estado a quien tienen que pedir un mejor sistema de financiación.

Ivan Santamaria: Desde fuera se le hace muchas críticas al concierto. Para empezar, se dice que es un privilegio.

Pedro Luis Uriarte: ¿Cómo va a ser un privilegio si su objetivo fue equiparar los tres territorios históricos con España? El primer concierto es de 1878. Los tres territorios estaban ocupados por 140.000 soldados, la ley marcial estaba en vigor y se habían suspendido las garantías constitucionales. Se impuso el concierto a los tres territorios. Se eliminaron los fueros y en dos años fueron obligados a entrar en el régimen del concierto del resto de las provincias española. Algo impuesto por la fuerza de las armas no puede ser jamás considerado un privilegio, como algunos sugieren 130 años después. Este es un argumento político de peso.

Ivan Santamaria: Otro tópico más: un regalo concedido a los abertzales.

Pedro Luis Uriarte: Para cuando surgió el PNV, ya habían sido aprobados tres conciertos diferentes. Además, el PNV estuvo contra el sistema del concierto hasta la Segunda República, porque exigían la reintegración foral íntegra.

Ivan Santamaria: ¿Qué se le pasa por la cabeza cuando escucha a los dirigentes políticos decir estas cosas?

Pedro Luis Uriarte: Me da vergüenza. Hace un año, estaba comiendo con otras tres personas. Dos eran empresarios importantes y el tercero era un expresidente de una importante comunidad autónoma. Me dijeron que en la CAV no pagábamos impuestos. Pago más que ellos y lo ponían en duda. Hay unos estereotipos tremendos. La pareja de mi hija se encontró recientemente con un compañero de una gran consultora. Salió el tema y ¡no le dijo el otro que el concierto era una concesión por ETA!

Ivan Santamaria: El exministro de Economía Pedro Solbes les dijo a las autoridades catalanas que la diferencia entre ellos y la CAV era que aquí estaba ETA, y que esto condicionó la decisión.

Pedro Luis Uriarte: El cabeza de lista de CDC al Congreso, Francesc Homs, dijo hace dos años: 900 muertos valen más que el 90% de los votos del Parlamento catalán. Es una burrada tremenda. Para cuando surgió ETA, ya habían estado en vigor seis conciertos económicos.

Ivan Santamaria: ¿De dónde vienen los malentendidos?

Pedro Luis Uriarte: Hay mucha gente que piensa que el concierto arranca con la Constitución, pero la Disposición Adicional Primera utiliza términos muy claros. La Constitución ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales. No dice que crea y establece los derechos. Ampara y respeta algo que para entonces tenía ya una historia de cien años.

Ivan Santamaria: El cupo es la aplicación práctica del concierto, una herramienta que establece cuánto hay que pagar concretamente. Se ha dicho que hay que pagar 4.000 millones más en el cupo o subirlo un 25%. ¿Se puede calcular el cupo como se quiera?

Pedro Luis Uriarte: El cupo es consecuencia de una ley aprobada por el Congreso español y el Parlamento vasco. Cuando se dice algo así no se tiene en cuenta el sistema utilizado para su cálculo. No se diferencia el cupo bruto del líquido, y de ahí vienen las meteduras de pata. Por ejemplo, desconocen que al cupo bruto hay que restarle el 6,24% del déficit estatal, o lo que cobra el estado por los impuestos y las tasas no concertadas.

Ivan Santamaria: Los críticos ponen en duda el peso que se le da a las competencias no transferidas a la CAV.

Pedro Luis Uriarte: Es el estado quien hace sus presupuestos y, si en 30 años lo ha calculado mal, no me lo puedo creer. Aznar, González, Zapatero, Montoro, Solbes, Boyer, Borrell y todos los que han pasado por el gobierno español, ¿han hecho mal las cuentas para regalarle 4.000 millones anualmente a la CAV? ¡Sí, hombrre! Son argumentos estúpidos.

Ivan Santamaria: El lehendakari Patxi López ha solido decir que quizás la CAV debería pagar más, por solidaridad.

Pedro Luis Uriarte: Paga lo que el Estado quiere. Si quiere que nosotros pongamos más dinero, el Estado deberá poner más dinero en su presupuesto. La CAV paga todos los mecanismos solidarios que hay en los presupuestos, pero no tenemos culpa de que el Estado no quiera mover dinero de debajo de la mesa en vez de establecer mecanismos solidarios que detallen claramente quién paga y para qué se paga.

Ivan Santamaria: También hay críticas en sentido contrario. Señalan que se paga demasiado al Estado y que viene poco de vuelta. ¿Tienen algún fundamento estas críticas?

Pedro Luis Uriarte: Son críticas totalmente fundamentadas. Es un dato muy importante. ¿Cuánto gasta el Estado en sus competencias? Hay que tener en cuenta que hemos pagado el 6,24% de la valla de Melilla, el 6,24% del Museo del Prado, y 3.100 kilómetros del tren de alta velocidad, cuando aquí tenemos cero. El Eustat publica cuánto paga el Estado aquí. He hecho el cálculo y los últimos catorce años hemos recibido 15.000 millones menos de lo abonado. Si metiéramos la Seguridad Social -aunque son sistemas diferentes-, todavía se han recibido 10.157 millones menos.

Ivan Santamaria: Es un dato no muy conocido.

Pedro Luis Uriarte: Las balanzas están muy claras, pero como no sabemos defendernos a nosotros mismos, casi no se escucha un dato tan básico como este. ¿A quién se le ocurre publicar una estadística tan importante el mes de agosto con una simple nota? Nuestros dirigentes deberían comparecer públicamente y dar a conocerlo, y les he dicho que lo hagan.

Ivan Santamaria: Si en la raíz del problema está el sistema de financiación de las comunidades españolas, ¿la extensión del cupo solucionaría el problema?

Pedro Luis Uriarte: Es una posibilidad. Es una tontería decir que si se extiende el sistema del cupo el Estado quebraría. Es una idea tomada del desconocimiento que hay con respecto al cupo. Claro que si tú distribuyes la carga en función del PIB, a continuación tendrás que diseñar una potente herramienta solidaria interterritorial, para que los más ricos paguen a los más pobres.

Ivan Santamaria: Usted participó en las negociaciones del primer concierto económico tras la dictadura. ¿Cambiaría algo ahora?

Pedro Luis Uriarte: Desde que se estableció, no ha variado el índice impositivo (6,24%). Pienso que será por comodidad, pero tampoco creo que haya mucha diferencia si se tuvieran en cuenta los datos reales. Teniendo en cuenta todos estos años, hay 111 millones a favor de la CAV, por cada año que han estado en vigor los tres sistemas. Es el chocolate del loro. Además, hemos pagado más de lo debido estos últimos quince años.

Ivan Santamaria: ¿Qué pasaría si se tuviera en cuenta la población en vez del peso ecónomico?

Pedro Luis Uriarte: Para que no haya dudas morales, si se tuviera en cuenta la población habríamos abonado 4.400 millones más de lo debido. Es un debate interesante. ¿Hay que pagar al Ejército en función de la renta o de la población? Yo creo que debería pagarse en función de la población, porque cuando las tropas se despliegan, no defienden la renta sino las personas. ¿Por qué hay que pagar la valla de Melilla en función de la renta? Pagando el cupo en función de la renta hay ya una solidaridad implícita.

Kontzertu ekonomikoak badu defendatzaile bat: Pedro Luis Uriarte, apunte hau euskaraz.


No dejen el césped impracticable, por favor

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Como casi siempre (por no decir siempre), este jueves Ander Lipus y compañía vinieron a su casa donostiarra: el Centro Cultural Egia. Y es que Lipus lleva años presentado sus trabajos ante el público donostiarra en Egia. Esta vez con la obra Etxekoak.

Maddi se ha enamorado de Mamadou durante una estancia en un país africano. Maddi quiere traer a su amor a Euskal Herria, pero se topa con los papeleos, las burocracias y las trabas que sufren los pobres. En casa le esperan dos tíos y la abuela.

No me ha parecido el trabajo más redondo de Gerediaga-Lipus, pero siempre se agradece verles encima de las tablas. El papel de Jabier Barandiaran es un bombón y la vis cómica del actor hace el resto. Lipus es, entre otras cosas, el tío que piensa que las leyes están para cumplirlas, mientras que la abuela bastante tiene con saber dónde y con quién anda (Alzheimer). Maika Etxekopar canta como los ángeles, pero hay momentos en los que no me resulta creíble lo que hace.

Acabamos la noche en el Altxerri para ver a Joseba B. Lenoir y Fernando Lutxo Neira. Hace un año no se conocían, pero los juntó Rafael Berrio y ahora parece que llevan así toda la vida. Berrio interpretó dos temas con sus músicos: Mis ayeres muertos y Niente mi piace.

Las editoriales vascas están haciendo las últimas presentaciones de sus novedades con la vista puesta en la Feria de Durango (del 4 al 8 de diciembre). El viernes por la mañana Susa organizó en la Biblioteca Central de San Sebastián la puesta de largo de Beti oporretan, libro con 14 narraciones breves obra de Harkaitz Cano. El título lo han cogido prestado del disco homónimo de Xabier Montoia, aunque en los 80 Jim Jarmusch había hecho ya la película Permanent Vacation.

Al anochecer me acerqué a Garoa de Zarautz, lugar donde Anjel Lertxundi presentó Zu. Andu jugaba en casa, con Juan Kruz Igerabide como acompañante, y llenó la coqueta librería zarauztarra. En julio de 2012 el médico les dio una mala noticia: su mujer tenía cáncer de páncreas. El libro narra el proceso de lucha de la pareja contra la enfermedad. Su mujer no estuvo en la sala, pero el acto estuvo lleno de ternura, sentimiento y fino humor.

A Andu le dije que me acordé de Joxe Aranzabal en el acto. Recordé a Andu y Joxe hablando del dolor y del sufrimiento en un acto organizado en el Palacio Foral allá por el 2009 (¿Os acordáis de El médico me ha dicho que tengo cáncer?). Y, cómo son las cosas, hace unos días ha colgado Joxe en Internet Jon Salaberri, hiesdunen aldeko ekintzailea, un libro que narra la batalla de un activista por los derechos de las personas enfermas de sida en los primeros 90 del pasado siglo.

Finalmente, este domingo al mediodía, hemos gozado en Garoa (Donostia) de un concierto de lujo. Dentro del ciclo de Conciertos de Papel, ha actuado en directo Gorka Urbizu (Berri Txarrak) acompañado de su hermana Nerea. Además de tocar varias canciones propias y tres versiones, Gorka ha respondido a las preguntas de la periodista Ainhoa Urretabizkaia (B aldea). Lo dicho: de lujo. Un creador en plena madurez.

Por el camino se han quedado un montón de actividades esta semana: por ejemplo, Neneh Cherry en el Kursaal, Txiki Psych Fest en Intxaurrondo, A Bam Bam Boo Loo Ba! en Garoa el documental Gure kabuz ala hil en Guardetxea, Mueve el bigote en el Oncólógico (Pintxos and Blogs), Jupiter Jon en el Bukowski, Izaki Gardenak en el Victoria Eugenia Club...

¿Y que por qué hablo de todo esto hoy? Porque el viernes un amigo me preguntó que qué me había parecido la columna que Ramon Etxezarreta publicó una semana antes en El Diario Vasco titulada Kortxo. Le dije que no la había leído. La leí ayer y me quedé flipado. Me recordó este tuit de Joseba Alvarez. Me parecen planteamientos hechos embutido en la zamarra de tu equipo: ¿Bizardunak o Esne Beltza?, Ahal bezainbeste ala. A mí me resulta muy aburrido tener que elegir entre los Beatles y los Stones, porque como decía Raimundo Amador "yo soy del Betis y del Sevilla".

Sí, ya sé que para algunos estos modelos son modelos contrapuestos. Y que la red pública en Donostia es fruto de una potente inversión, lo cual celebro, pero para mí son espacios muy necesarios (y no me sobran para nada) Kortxoenea, Le Bukowski, Doka, Guardetxea, Dabadaba, Kaxilda, Garoa....

Y que no haga el sector público lo que los elefantes con la hierba: dejarla impracticable (sobre todo para las y los pequeños). "Porque entendemos que proyectos culturales como éste deberían tener garantizado su espacio en nuestra ciudad. Porque la diversidad cultural y la convivencia entre modelos diferentes no son sólo eslóganes de puro marketing, sino también la esencia de nuestra actividad profesional diaria."

Las viejas ciudades / donde es grato vivir...

P.S.: esta semana ha estado muy cargada de actividad cultural (no suelo ir a tantos actos). El viernes, además, pillé fiesta.

Otrosí: todo esto no son horas de trabajo (es mi ocio).

Bonus track: lean el Guztiak de Borja Ventura.

Ez utzi zelaia inpraktikablea (sic), apunte hau euskaraz.

Imanol Murua publica un libro sobre el fin de la actividad armada de ETA

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La etiqueta Imanol_Murua tiene, con ésta, quince entradas en este blog. Y es que el periodista de Zarautz es un fino analista político de la realidad vasca. Ahora viene con nuevo libro bajo el brazo en donde nos cuenta el proceso del fin de la actividad armada de ETA. Enekoitz Esnaola es uno de los periodistas que ha recogido el testigo de Imanol en el diario Berria y le ha entrevistado con motivo de esta publicación. "Giltzarri izan zen Batasunak aurre egitea ETAren batzarraren erabakiei" (entrevista publicada el 4 de diciembre).

Tras la presentación ante la prensa, ahora es el turno del público: el 17 de diciembre en el Foro Martin Ugalde (Andoain), el 18 de este mismo mes en la librería Garoa de Zarautz y el 20 de enero en Katakrak (Iruñea). Está en proceso la tradución al castellano (lo publicará Ttartalo y el traductor será Angel Erro).

Imanol Murua Uria: "Fue clave que Batasuna hiciera frente a las decisiones de la asamblea de ETA"

Imanol Murua Uria (Zarautz, 1966) presentó en marzo de 2010 Loiolako hegiak (El triángulo de Loiola en su edición en castellano), un libro sobre el fallido proceso de paz de Loiola. La izquierda abertzale había publicado un mes antes el manifiesto Zutik Euskal Herria (Euskal Herria en pie) y Murua dice que en las presentaciones de su libro le preguntaban mucho sobre el futuro. "Medio en broma" decía que su próximo libro tendría "un final más feliz". Ha llegado el día: lo presentó este jueves 3 de diciembre.

Enekoitz: Al lío: ¿Quién guió a la izquierda abertzale de la estrategia político-militar a la estrategia política?

Imanol: Se puede contar de diversas maneras, según qué se quiera subrayar. Por la información que yo he recibido, diría que había ganas de cambio en todos los sectores y organizaciones de la izquierda abertzale, también en ETA. Y cuando digo cambio significa dejar la lucha armada. Quienes veían ese cambio con recelo estaban también en todos los sectores. El debate fue transversal: no fue únicamente una discusión entre ETA y Batasuna; se dio en todas las organizaciones. Pero para que ese debate se diera y se pusiera todo en cuestión -también la lucha armada-, hay varios momentos clave, y uno de ellos fue un enfrentamiento: en un momento dado la dirección de Batasuna hizo frente a las decisiones que se tomaron en una asamblea de ETA [decidió en 2008 continuar con el ciclo armado]. Eso propició que en las bases de la izquierda abertzale aflorara y se plasmara la voluntad de la mayoría. Por tanto, en las bases de la izquierda abertzale había una voluntad, había también un debate en todas las organizaciones, pero, en el choque que se produjo en un momento dado, determinada gente jugó un papel decisivo.

Enekoitz: En tu libro Eugenio Etxebeste Antton dice sobre aquella época: "La dirección política comienza a situarse en la izquierda abertzale política".

Imanol: Para tomar aquella decisión, la izquierda abertzale política se hico con la dirección. Para ello, tuvo que vencer algunas resistencias y eso fue totalmente decisivo. Los factores que posibilitaron aquello fueron muchos.

Enekoitz: En el primer capítulo tras la Introducción —Krisia (2007-2008)—, has abierto la primera parte -Barajasko biharamuna (La resaca de Barajas)- con una frase que Rufi Etxeberria le dijo a Arnaldo Otegi: "Este modelo de negociación y de estrategia está acabado".

Imanol: Eso lo contó Arnaldo Otegi en su libro El tiempo de las luces. La frase es muy significativa y por eso la he puesto al comienzo de la narración. Esa frase me llevó a hacer una cosa importante: para explicar qué es lo que había acabado y dar las claves de aquello, analicé cuál era ese modelo al que se refería Rufi Etxeberria. Por eso, esa frase me llevó a la década de los 80 para estudiar el modelo de la izquierda abertzale.

Enekoitz: Según citas en tu libro, tras Argel, Etxebeste dijo que faltaba "madurez" para negociar. Batasuna decía lo mismo en el año 2006 tras el atentado de Barajas.

Imanol: Cuando comencé con esta obra, Felix Iriarte, un compañero de los tiempos de Egunkaria, me dijo: "¡Ah! Lo que escribió Antton en 1992; ahí están todas las claves". Desde Santo Domingo, Antton escribió un informe interno [para la dirección de ETA], autocrítico, y al final apuntaba que la pérdida de la batalla militar no debía acarrear la pérdida de la batalla política. Tras el cambio del 2011, es eso lo que ha conseguido la izquierda abertzale: asumir que se ha perdido la batalla político-militar para, al menos, ganar, o tener opciones de ganar, la batalla política. Entre las teorías de la resolución de conflictos, hay una muy extendida -de Ira William Zartman- que dice que para la resolución de un conflicto a través del diálogo hace falta un punto de madurez y que para ello el conflicto tiene que llegar a un punto de bloqueo. Cuando los diferentes agentes -entre ellos los mediadores internacionales- llegan a la conclusión de que han llegado a tal punto, es entonces cuando comienza a funcionar. Según parece, aquí la madurez llegó tarde.

Enekoitz: ¿Cuánto ha ayudado el Estado español en que la izquieda abertzale política tomara el timón? Porque el Estado ha contactado con ETA para hablar: Argel, Ginebra, Oslo... En 1992, por ejemplo, un mensajero fue a Santo Domingo a hablar con Etxebeste, diciéndole "tú decides" -Etxebeste era el interlocutor de ETA-.

Imanol: No he analizado detalladamente las décadas de 1980 y de 1990; he hecho una interpretación. Yo creo que el gobierno español siempre ha tratado de abrir vías de comunicación con HB, y que ha sido más HB quien les ha dicho que la ventanilla para la negociación esaba en Santo Domingo. Pero el objetivo del gobierno era generar divisiones, o al menos confusión, en la izquierda abertzale.

Enekoitz: En la Alternativa Democrática (1995), ETA realizó el primer diseño de los dos carriles y Batasuna, más claramente, en Anoeta (2004).

Imanol: Los demás partidos llevaban tiempo proponiendo ese esquema. Cuando fui a Reno a comienzos del 2011, empecé a leer bibliografía en inglés sobre el conflicto vasco. Entre otros, lo escrito por Robert P. Clark –tres libros publicados en los 80 y a comienzos de los 90–, y ya entonces él había propuesto lo de los dos carriles. Logré su contacto y le escribí. Me dijo que él no había descubierto nada, que era algo que ya estaba en los debates de la época -no en los de la izquierda abertzale-, pero que tomó forma más tarde. Batasuna le dio gran importancia al acto del Velódromo de Anoeta de 2004 con una campaña propagandística llamativa y especial; entonces la campaña me llamó la atención. Antes del acto, los de Batasuna nos adelantaron off the record que en aquel cambio de esquema ETA quedaba fuera de la negociación política para facilitar el proceso que pudiera venir. Era un gran paso. Aunque luego no se plasmó como debería.

Enekoitz: Batasuna dijo después que en los tiempos de Loiola, al igual que en Lizarra-Garazi, no se respetó la "filosofía" y el "espíritu" de los dos carriles.

Imanol: Creo que si en el proceso de 2006 se hubiera seguido con ese esquema, habría funcionado, o que habría tenido muchas más posibilidades de funcionar.

Enekoitz: El atentado de Barajas sucedió a finales de 2006 y en el libro dices que se dio el "enfrentamiento" antes citado dentro de la izquierda abertzale.

Imanol: Nos olíamos que había un enfrentamiento. Luego, en el juicio del caso Bateragune, los propios enjuiciados (Otegi, etc.) explicaron claramente cuál era el tamaño del enfrentamiento, aunque esta explicación también podía situarse dentro de una estrategia de la defensa. Cuando se dio aquel desencuentro, dieciséis personas conocidas de la izquierda abertzale ofrecieron una rueda de prensa con el objetivo de dar una imagen unitaria y manifestando su intención de dar pasos para una estrategia eficaz. Había miembros de las organizaciones juveniles, expresos, veteranos y no tan veterenos de HB y de Batasuna, de EHAK, del sindicato LAB... Era marzo de 2009. Si quieres que te diga la verdad, interpreté que se había superado el enfrentamiento. Tras publicar mi análisis semanal en el periódico Berria, salí el domingo a hacer algo de deporte. Iba en bicicleta subiendo Itziar cuando me adelantó Iñigo Iruin. Aceleré para seguir su marcha y él redujo la suya para ir juntos. Iruin no había estado en aquella rueda de prensa, pero yo sabía que él conocía cuál era el significado de aquella comparecencia; vamos, que sabía más que yo. Yo sabía cuál era su tendencia y, mientras íbamos en bici, le mencioné que la fotografía de aquella semana quería decir que seguían con el debate. Y me dijo que no, que estuviera tranquilo, que aquello no era más que el inicio, que quedaba mucho camino por recorrer y que no se podía vaticinar el final. Era marzo de 2009. El enfrentamiento había comenzado.

Enekoitz: En el juicio de Bateragune, Rafa Díez afirmó que ellos "habían pretendido romper el statu quo interno de la izquierda abertzale".

Imanol: Sí, pero no sé hasta qué punto era una estrategia de la defensa y hasta qué punto Rafa Díez piensa que eso fue así. No sabemos si los partidarios del cambio siguieron el procedimiento interno o tuvieron que saltarse dicho procedimiento; es decir, una interpretación puede ser que Otegi y los demás sabían que no tenían la mayoría en las estructuras internas, pero sí en las bases sociales, y que para posibilitar el cambio pasaron por encima de los procedimientos internos. Pero ellos dirán que no los rompieron. Otros trataron de detener el debate. Yo no tengo clara esa tesis, porque no conozco en profundidad cuál es el procedimiento.

Enekoitz: La izquierda abertzale reconoce que hubo "riesgo de ruptura".

Imanol: Sí, y todas las partes trataron de evitarlo y eso es algo que sí consiguieron. Aunque sí que habrá algunas heridas, tienen como mérito evitar la división.

Enekoitz: Otro momento importante para Batasuna fue cuando Europa ratificó su ilegalización. Otegi lo calificó de "catástrofe". Fue en junio de 2009.

Imanol: Se cerró el círculo de la ilegalización, y de qué manera, sin fisuras. La decisión del tribunal europeo fue otro hito. Reforzó la postura de quienes pensaban que era obligado un cambio.

Enekoitz: ¿Por qué ganó la postura de la dirección de Batasuna en el debate interno?

Imanol: Porque tenían claro que contaban con el apoyo de la mayoría. Sabían que para la mayoría de la base social de la izquierda abertzale la lucha armada de ETA estaba fuera de tiempo y de sitio, porque habían perdido el apoyo de una parte de la sociedad vasca, y porque el rechazo de otra gran parte de la sociedad era más fuerte y explícito. Sentían que había la obligación de exteriorizar esa opinión, y yo creo que eso les daba la fuerza o la legitimidad para ir sorteando todos los obstáculos que surgían en el camino. Para llegar ahí, también hay que analizar el contexto internacional y la evolución de la lucha armada de ETA. Al final, dentro de la izquierda abertzale también se veía que había que terminar con la lucha armada; quienes lideraban el debate lo habían detectado y eso les dio el impulso necesario.

Enekoitz: ¿Por qué aceptó ETA que el único documento que se debatiera fuera el elaborado por Batasuna? Los partidarios de la lucha armada habían elaborado la ponencia denominada Mugarri (hito, en euskera).

Imanol: Porque sería inaguantable continuar con la vía armada; la mayoría de la izquierda abertzale dijo explícitamente que no estaba de acuerdo con esa vía. En el último capítulo del libro recojo que Argala solía decir -aparece en su biografía- "nosotros tenemos que utilizar la lucha armada, pero necesitamos el apoyo político. Si no hay apoyo político, lo dejaremos"; es decir, que no serían como las Brigadas Rojas italianas, ni las Baader-Meinhof alemanas. Hacía tiempo que la mayoría de la sociedad había rechazado la actividad de ETA, pero ETA había legitimado su continuidad con el apoyo de los sectores de la izquierda abertzale. Tras perderlo, se había quedado sin ninguna opción, y a sabiendas de que si continuaba generaría divisiones.

Enekoitz: En el libro subrayas que Otegi y demás no decían ni escribían que había que acabar con la lucha armada, sino que se necesitaba una "estrategia eficaz".

Imanol: Fue muy significativo cómo actuaron. Basándome en testimonios recogidos dentro de la izquierda abertzale, yo diría que acertaron. Cuando Otegi salió de la cárcel de Martutene en agosto de 2008, comenzó a extenderse el discurso de la estrategia eficaz, sugiriendo que la que se estaba llevando a cabo hasta entonces no lo era. Si hubiera comenzado diciendo que "se había terminado la época de la lucha armada", seguramente se hubiera quedado inmediatamente sin camino por recorrer. En el también decisivo documento Zutik Euskal Herria —donde la mayoría de la izquierda abertzale le dijo a ETA hasta aquí hemos llegado—, no se dice que ha de acabarse con la lucha armada. Que la izquierda abertzale pusiera eso en entredicho ha sido un tabú y parece que encontrar otra formulación fue eficaz.

Enekoitz: Febrero de 2010 también fue decisivo, además de por la publicación de Zutik Euskal Herria, porque en el Zutabe de abril de 2011 se dice que fue entonces cuando ETA decidió dejar de cometer atentados.

Imanol: Sí, fue en febrero de 2010 cuando ETA decidió parar y analizar qué hacer y cómo actuar en el nuevo escenario. Estaba claro que se ponía en entredicho lo decidido por ETA en la asamblea de 2007-2008. Por tanto, ETA decidió parar, reflexionar y debatir. En una entrevista publicada en Gara en septiembre de 2010, ETA dijo que, de alguna manera, Zutik Euskal Herria era fruto del debate realizado por una de las estructuras de la izquierda abertzale -de Batasuna-, y que ellos no habían participado en el proceso. Decía que ellos también tenían un debate abierto, que tenían en cuenta la apuesta política de Zutik, pero que no estaban totalmente de acuerdo. Puso algunos reparos. Es difícil saber qué sucedió en ETA. He mirado las declaraciones públicas, así como algunos documentos internos. Fue evolucionando e interiorizando lo que suponía Zutik Euskal Herria, viendo que eso sólo le dejaba una única vía. Cuando hizo público el alto el fuego de enero de 2011, expresó una voluntad de abandonar la lucha armada, porque dijo que el alto el fuego tenía vocación de permanencia. Parecía que la decisión estaba tomada, pero que no se quería tomar de cualquier manera.

Enekoitz: ETA comunicó en octubre de 2011 que daba por acabada la actividad armada. Tú afirmas que "toda la izquierda abertzale" había finalizado el debate interno un mes antes.

Imanol: Con el alto el fuego de enero de 2011, parecía que el debate estaba encaminado, pero el debate continuó. Quizás más que el qué fuera el cómo el motivo de la discusión. Cuando el EPPK (Colectivo de Presos Políticos Vascos) firmó el Acuerdo de Gernika en septiembre de 2011 fue cuando se vio que toda la izquierda abertzale había terminado con el debate.

Enekoitz: El gobierno español, Zapatero, sabía lo que venía, porque tenía buena información. Parece ser que asumió algunos compromisos sobre las consecuencias del conflicto. ¿Por qué no los cumplió?

Imanol: Al hablar de los porqués, quizás haya que especular. Pero lo que está claro es que el gobierno Zapatero estaba debilitado por la crisis económica y que adelantó a noviembre de 2011 las elecciones que tocaban en marzo de 2012. Además, Zapatero estaba solo en el partido, con una valoración escasa en las encuestas. Era un problemas para quienes estaban en el proceso, porque sabían que con el sustituto de Zapatero -Rajoy- todo iba a ser más difícil. Aceleraron y llegaron a la meta con Zapatero todavía en La Moncloa. En el libro cuento que ETA y el gobierno español llegaron a determinados compromisos, sin encuentros ni reuniones cara a cara y sin firmar ningún documento. Según parece, fueron mediadores internacionales quienes se reunieron con unos y con otros: emisarios del Centro Henri Dunant y Jonathan Powell. En aquellos encuentros indirectos llegaron a escribir un documento con varios compromisos, con una hoja de ruta, poniendo por escrito qué haría cada parte tras la decisión de ETA. Aunque ETA tenía una fuerza negociadora limitada desde el momento en el que manifestó que su decisión era unilateral. Creo que la postura del gobierno era la de decir que sí a aquellos compromisos secretos y no firmados, y que ya se vería más adelante.

Enekoitz: Pero los mediadores no eran cualquiera.

Imanol: Powell fue jefe de gabinete de Tony Blair cuando éste fue primer ministro británico. Y el propio Blair publicó un artículo significativo en The New York TimesA Basque Peace— al día siguiente de hacerse público el comunicado de ETA: hacía referencia a los pasos a dar en las consecuencias del conflicto. Pero la situación de entonces no tenía nada que ver con la de las negociaciones de Argel (1989), porque entonces el gobierno argelino estaba presente. En las últimas, los mediadores internacionales eran agentes no gubernamentales. Ello les dio mucha flexibilidad a los intermediarios a la hora de actuar, pero luego, a la hora de cumplir lo pactado, tenían un poder muy reducido. Creo que Currin y los demás esperaban que Zapatero cumpliría los compromisos. Se quedaron sorprendidos cuando no los cumplió y, probablemente, enfadados también.

Enekoitz: Las elecciones españolas se celebraron en noviembre de 2011, un mes después de que ETA diera por finalizada su actividad armada. ¿Demasiado pronto para cosa buena?

Imanol: Hablé con Ramón Jáuregui para escribir el libro -era ministro entonces—, y me dijo que no se podían tomar decisiones en ese espacio de tiempo y que, además, no sería legítimo hacerlo, porque venía otro gobierno. Jáuregui no acepta que hubiera compromisos. Luego Rajoy no aceptó ningún vínculo; puso el contador a cero. Por tanto, se quedó en un documento sin ningún valor.

Enekoitz: Para julio de 2011, Rubalcaba había dicho que "el fin del terrorismo (traería) la recomposición del nacionalismo y el resurgimiento del independentismo".

Imanol: Lo dijo en El País, así como esto otro: "Después de estar ganando la guerra, lo que no podemos consentir es que nos ganen la paz".

Enekoitz: Por tanto, ¿el Estado tiene la intención de obstaculizar la resolución de las consecuencias del conflicto? Los espectaculares resultados obtenidos por Bildu en las elecciones de mayo de 2011, ¿dieron que pensar al Estado español?

Imanol: El PSOE, el PP, el Estado tenían en la cabeza acabar con la lucha armada de ETA, pero no eso únicamente. Tenían en la cabeza que a dicho momento el movimiento independentista y la izquierda abertzale debían llegar lo más débiles posibles, sin mucha fuerza. Aquellos resultados de Bildu puede que les dieran una señal. Pero en el otro lado también dirían lo mismo: acabemos pero de manera que podamos comenzar con un movimiento independentista fuerte. El Estado buscó la división de la izquierda abertzale o, al menos, su debilitamiento y así se puede entender las detenciones de Otegi y de los del caso Bateragune. Iñaki Oyarzábal (secretario general del PP en la CAV) dice en el libro que en las conversaciones que mantenían con los socialistas estos les decían que la cosa no era acabar rápido (con la actividad armada de ETA), sino que no terminaran fuertes.

Enekoitz: Has escrito también que hubo otros factores para el fin de la actividad armada de ETA: el fin de la Guerra Fría y la caída del muro de Berlín, el ocaso de los grupos armados en Europa, los GAL, el pacto de Ajuria Enea, Elkarri... ¿Qué influencia tuvieron?

Imanol: ¿Por qué ha acabado la actividad armada de ETA? Porque la mayoría de la izquierda abertzale dejó de apoyarla. Siguiente pregunta: ¿Pero por qué dejó de apoyarla la mayoría de la izquierda abertzale? Porque vio que últimamente la actividad armada no era eficaz y, además, también era perjudicial. ¿Pero por qué ha llegado a esa conclusión ahora? Y es entonces cuando debemos ir a ver los citados factores para explicarlo. En Occidente sólo quedaba ETA como movimiento armado, revolucionario y patriótico y, en el mismo sentido, es muy importante el cambio producido en la sociedad vasca desde la década de los 60, porque la sociedad actual es totalmente distinta. Además, la dirección de Batasuna examinó qué sucedió en Argel, en Lizarra, en Loiola y concluyó que el modelo de negociación imperante hasta ese momento estaba finiquitado y no vieron otra opción.

Enekoitz: En el libro apuntas que en Loiola se perdió una gran oportunidad.

Imanol: Es una lectura personal. Luego se ha visto que Loiola fue la última oportunidad. Veo claramente que se perdió una gran oportunidad para canalizar mejor la parte de las consecuencias del conflicto. Me parece que la cuestión de los presos no estaría tal y como está actualmente. En el otro lado, el político, llegaron a ponerse de acuerdo en un borrador que podía tener una gran potencialidad, aunque creo que en Madrid difícilmente tendría recorrido. Porque ya se está viendo qué está pasando en Cataluña.

Enekoitz: Has citado la cuestión de los presos. En el 2011, en los tiempos de la legalización de Bildu, Urkullu dijo que si no había tal legalización el PNV suspendería sus acuerdos con Zapatero y Ortuzar recalca en el libro que le dieron un "ultimatúm" al gobierno socialista. ¿Cuál es la postura del PNV en la cuestión de los presos?

Imanol: El propio PNV dice que se mojaron mucho cuando el Constitucional tuvo encima de la mesa la legalización de Bildu, y también dicen lo mismo otras fuentes, porque Urkullu debió de llamar a Zapatero, etc. En la cuestión de los presos, sin embargo, el PNV afirma que es un problema de la izquierda abertzale. En el diseño de la dispersión, el PNV sí tuvo responsabilidades, pero ahora no les veo con el mismo grado de conpromiso en este tema que con el mostrado en la legalización de Bildu.

Enekoitz: Presentaste Loiolako hegiak (original en euskera de El triángulo de Loiola) en marzo de 2010. Era un trabajo sobre el fracaso de un proceso resolutivo. Pero ya venía algo más para entonces.

Imanol: Las entrevistas, el análisis y la redacción del libro se produjo en el año 2009 y entonces ya me daba cuenta de que en la izquierda abertzale se estaba produciendo un debate. Cuando publiqué el libro vi que aquello tenía una continuidad y que podía llegar el final tantas veces deseado. Para cuando presentamos el libro, Otegi ya había sido detenido, en octubre de 2009; y en febrero de 2010, se dio a conocer el documento Zutik Euskal Herria. Se veía que algunos estaban intentando abrir una vía para que viniera lo que luego vino, pero desconocía su profundidad. Me llegaba algún eco, pero nada en concreto. Es verdad que aquel desconocimiento me ayudó a la hora de escribir El triángulo de Loiola con tranquilidad. En la investigación llevada a cabo ahora, me he dado cuenta de que aún quedaba un largo camino por andar en el momento de la publicación de Zutik Euskal Herria.

Enekoitz: La sociedad vasca estaba ilusionada en el año 2010.

Imanol: Aquel libro se publicó en un momento adecuado, viéndolo con perspectiva, porque esclarecía algunas cuestiones del pasado más cercano y eso, quizás, ayudara a algunos a encauzar algunas discusiones. En las presentaciones que hice pueblo a pueblo, se veía que había interés por saber qué había pasado, y también por lo que estaba por venir, porque la gente quería saber por dónde podían ir las cosas. Me preguntaban mucho por el futuro y respondía que no tenía una bola de cristal. Medio en broma, decía que mi próximo libro tendría un final más feliz. Tenía esa posibilidad en la cabeza.

Enekoitz: Y presentaste, casi inmediatamente, la idea de hacer ese libro en Reno.

Imanol: Fue en la primavera del 2010 cuando presenté el proyecto sobre el fin de la actividad armada de ETA en el Centro de Estudios Vascos de la Universidad de Reno (Estados Unidos) con la intención de conseguir una beca. En el País Vasco en el año 2010 se avanzaba, pero allí no veían que viniera el final de ETA y me preguntaban si tenía visos de realidad aquel proyecto mío. Les respondía que sí. La beca era un programa para cuatro años y mis cálculos eran que el final se daría dentro de ese plazo. Y vino en octubre de 2011 con la declaración de ETA.

Enekoitz: Tras acabar un libro, ¿tenías fuerzas para hincar el diente a otro?

Imanol: Sí. La aceptación que tuvo El triángulo de Loiola me dio fuerzas y motivación. Con aquel libro vi que las dificultades que tenemos para contar las cosas cuando están sucediendo son menores, y se pueden contar mejor, en uno, dos o tres años. Al realizar esta obra, también me he dado cuenta de que no podíamos contar en Berria correctamente lo que estaba sucediendo en la izquierda abertzale en los años 2007 al 2009, porque nuestras fuentes no nos decían gran cosa y los documentos eran todavía secretos. Pero no podíamos esperar veinte años para contarlo. Los periodistas tenemos una labor por hacer antes de que vengan los historiadores; no inmediata, pero sí que he visto que dos o tres años después algunas cosas se cuentan más fácilmente. Necesité sólo un año para El triángulo de Loiola; salió bien y tenía fuerzas para continuar. La investigación actual me costó más trabajo.

Enekoitz: ¿Cuáles han sido tus fuentes?

Imanol: He echado mano de la prensa —me ha sido útil—, de entrevistas —unas 40— y de diversos documentos. He conseguido algunos documentos que no se han hecho públicos, por ejemplo. He tratado de encontrar aquello que no se había contado, porque se dan diversas claves. Por ejemplo, la dirección de ETA le remitió una carta a Zapatero el verano de 2011; había leído en alguna parte que se la había enviado, pero no la había leído, y la conseguí, y en el libro hay algunas referencias sobre su contenido. También logré algunos documentos del proceso interno de ETA. Este tipo de cosas me han ayudado mucho a la hora de darle credibilidad a la narración.

Todas esas mujeres con un pañuelo en la cabeza son Zu

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Este año, especialmente, han sido muchas las mujeres jóvenes y no tan jóvenes que he visto por la calle cubriendo su cabeza con un pañuelo como consecuencia del tratamiento contra el cáncer. "Bienvenida al club" le dijo a Zu una conocida suya. "Zu" (Tú, en euskera) es el título del libro escrito por Anjel Lertxundi para contar la experiencia que están viviendo tanto él como su mujer. El libro, escrito en euskera, es hermoso y de lectura muy recomendable, aunque me da que tampoco sea como para leerlo en cualquier momento.

Lertxundi define el libro como “un dietario a modo de novela-ensayo”, aunque no es un ejercicio de Ars moriandi, sino todo lo contrario: Ars vivendi a saco. Porque ya han pasado tres años largos desde que el 19 de julio de 2012 el médico les transmitiera su diagnóstico (cáncer de páncreas) y todavía siguen al pie del cañón luchando bajo el lema “Putakumiak ez digu irabaziko” ("Este hijoputa no nos va a ganar"). Y es que la mujer aparcó el chip de "¿Por qué a mí?" convirtiéndolo rápidamente en "¿Y por qué no a mí?".

Siendo el autor un literato, aparecen muchos libros y muchos escritores en las 277 páginas de la obra. La primera cita es de Oier Guillan: “Minarena naiz zorionarena beste” (Soy tanto del dolor como de la felicidad). Aparecen bastante Susan Sontag y su hijo, el periodista David Rieff, así como Un mar de muerte, el libro escrito por David sobre la última fase de la enfermedad de su madre ("Susan Sontag no aceptó su muerte y por eso no pude decirle adiós", entrevista de 2008).

Este viaje por la literatura y la vida también tiene su apartado político. “Estábamos creando un sistema bastante pulcro, un sistema como para estar orgullosos de él, y es eso lo que pretenden destruir las sanguijuelas disfrazadas de liberalismo”. Porque Lertxundi tiene claro que “no podríamos hacer frente al pago de todos los recursos necesarios para atender a Zu”.

"La experiencia vivida desde que diagnosticaron la enfermedad a Zu tiene poco de triste, así en general". Por ejemplo, cuando eligió la peluca fueron a comer como celebración iniciática. Dice que también ha habido muchos momentos cómicos. El día de la presentación en Zarautz, Anjel contó que esa misma mañana Imanol (padre), librero de Garoa, fue a casa a llevarle un ramo de flores a Zu. Tras dárselas y, mientras le daba el abrazo del oso en palabras del escritor, la peluca rodó por los suelos.

Lertxundi aparece al final de su relato preocupado por si no le ha salido "demasiado triste". Yo no díria tanto, pero también es verdad que he leído el libro con un rictus serio y que pocas veces se me ha dibujado una sonrisa en la boca. El autor no está de cachondeo, lógicamente, porque escribe sobre el dolor y el sufrimiento. A veces se le nota perdido y otras veces cabreado consigo mismo y/o con el mundo (por ejemplo, cuando explica lo que siente cuando alguien compara un mal con el cáncer).

Tres veces se le ha caído a Zu el pelo (natural) como consecuencia de la quimioterapia. Algo que también le pasó a otra persona conocida que aparece en las páginas de libro, Uxue Barkos, quien contó su experiencia en Contra viento y marea. Lertxundi cita de pasada esta entrevista de agosto de 2012 obra de Borja Hermoso y subraya esta frase: "Mi amiga, la puta quimio".

No parece que la experiencia de Zu haya sido tan extrema: "¿Tomar quimio y tener calidad de vida? ¿Por qué no? (…) Diría que la felicidad no está muy lejos. Y está enferma. No son incompatibles".

También hay momentos conmovedores; aquella persona que le dio la “bienvenida al club”, Belen, murió y Lertxundi cuenta el acto de despedida. El hijo de la fallecida cantó varias canciones acompañado de dos músicos amigos. Una de las canciones elegidas fue “Adiós reina mía” de Eskorbuto.

Recordando a todas las personas que han muerto por el camino, bien está traer aquí y ahora el epitafio recogido por el escritor Jorge Ibargüengoitia en México: “La vida quiso que fuera desgraciada, pero no me dio la gana" y esta otra frase de una entrevista a Kenzaburo Oé: “Para mí hay dos tipos de personas: quienes, suceda lo que suceda, mantienen su dignidad, y todas las demás”.

Buruzapia eramaten duten emakume guzti horiek dira Zu, apunte hau euskaraz.

Tan perestroika eres tú como yo

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Nos pasamos toda la primera mitad del pasado 2015 mirando a Grecia para ver qué pasaba con Syriza y hoy es el día que prácticamente ha desaparecido ese país de mi muro de twitter con una única excepción: la de la gente, mayormente fotoperiodistas, que hacen seguimiento de la llegada de los refugiados a Lesbos.

Tampoco está en la agenda Euskal Herria (más de uno piensa que mejor que así sea), pero sí que resulta llamativo, por ejemplo, que Pablo Iglesias no se pasara por estas tierras en la campaña del 20-D. A pesar de ello, ha conseguido unos resultados muy buenos. Al hilo de esto, mirad cómo comenzaba su crónica de campaña el británico Owen Jones (What I learned from Podemos):

"I’ve spent nearly a week a travelling Spain -and the nations that make it up, like Catalonia and Galicia- with Podemos."

Cataluña sí que está en primera línea informativa a cuenta de los vaivenes del procés. Si se convocaran nuevas elecciones en marzo (es lo más probable ahora), parece que eso dejaría sin argumentos a Rajoy en su presión para llevar al redil de la gran coalición al PSOE. En ese caso, Susana Díaz debería quedarse quieta en su intento de moverle la silla a Pedro Sánchez. Es lo que dicen los analistas.

Acabo de leerme un libro escrito por el geógrafo y analista electoral Jaime Miquel titulado La Perestroika de Felipe VI. Llegué a él a través de una columna de Enric Juliana (Las cuatro generaciones). Es decir:

1.- La generación de la Guerra Civil: nacidos antes de 1939. Los más jóvenes tienen 77 años. Son el 12% del cuerpo electoral.

2.- La generación de la autarquía: nacidos entre 1939-1958. Son el 25%.

3.- Los reformistas: nacidos entre 1959-1973, los "Baby boomers" de los 60. Somos el 27%.

4.- La brigada del cambio: Los “ciudadanos nuevos” de Miquel. Nacidos entre 1974 y 1994. 12,3 millones de electores, 35% del censo.

A Miquel le gusta repetir machaconamente sus tesis, pero, a pesar de ello, se deja leer. Sin embargo, la tesis que sugiere el título del libro no la repite tanto. Dice que como Felipe VI tiene el apoyo de la mayoría de la población ha de ser él quien guíe la reforma institucional, la perestroika. Esa reforma debería solucionar los problemas territoriales no resueltos por la Transición (Cataluña y País Vasco). Miquel propone para ello una confederación, con la vista puesta en el futuro: la Unión Europea.

Tras las elecciones del 20-D, reiteró que viene la gran coalición. Clavó el resultado del PP (dijo que no bajaría de los siete millones), pero también es verdad que recientemente vi un vídeo suyo de una semana antes de las elecciones donde afirmaba que Ciudadanos era segunda fuerza y ya sabemos todos qué pasó.

Perestroika dator Espainiara?, apunte hau euskaraz.

Leer y escribir

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-Lleva usted ya la mar de días sin escribir, señor cronista. ¿Por qué no escribe usted?

-Pues, precisamente, amigo lector, yo no escribo porque llevo la mar de días sin escribir.

Así comienza la columna No es posible escribir artículos geniales (pdf) de Julio Camba, recogida en el libro Maneras de ser periodista.

Por su parte, Oliver Sacks era una persona que tomaba muchas notas y así, al final de su vida, llegó a apilar casi un millar de cuadernos. Pero me sorprendió que apenas leía luego lo que escribía en ellos, como si el ejercicio de la escritura quedara finiquitado con su plasmación en el papel.

Se le comenté el otro día a un escritor y estaba de acuerdo con Sacks. Me contó que él mismo tendría ya un centenar de cuadernos, pero que estaba seguro de que jamás echaría mano de 70 de ellos (fue así de rotundo).

Pues yo he estado unos días a finales del mes pasado fuera de casa y he aprovechado, entre otras cosas, para leer: En movimiento. Una vida de Oliver Sacks, la trilogía España en el diván de Enric Juliana, Lapur banden etika edo politika de Joseba Sarrionandia, Beti oporretan de Harkaitz Cano...

Soy mal lector (de esos que luego no recuerda casi nada de lo leído). En este caso, además, agravado porque el último día me leí el primer capítulo de Voces de Chernobil de Svetlana Aleksiévich y es de lo poco que se me ha quedado dando vueltas en la cabeza. Es una narración en primera persona de la mujer de uno de los bomberos enviados a sofocar el fuego tras la explosión de la central nuclear de Chernóbil en abril de 1986. Narra los catorce días de (cuasi)agonía del marido, que no sabían a qué iban a la central, que fueron evacuados a un hospital de Moscú, que no le dejaban estar con su marido, y mucho menos tocarle y abrazarle, pero que ella no hacía caso (tenía 23 años y estaba embarazada)... Tras su muerte, se quedó sola, porque la criatura recién nacida no vivió ni tan siquiera 24 horas. Absolutamente desolador.

Lo dicho: que me quedé sin palabras y todo lo leído estos días quedó relegado a un segundo plano.

Idatzi eta irakurri, apunte hau euskaraz.

Volando voy (III)

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Lauroba y Oso Fan

El pasado jueves Iker Lauroba y Oso Fan (el proyecto en euskera del polifacético Giorgio Bassmatti) actuaron en la sala Dabadaba (Donostia). Uno que yo me sé habría dicho que hubo tres cuartos de aforo, pero la verdad es que no nos juntamos mucha peña.

Bassmatti siempre está creando seguramente para no ensayar (sus días también duran veinticuatro horas). Lleva una temporada con el batería Oriol Flores y eso seguro que hace que ensaye más (o no). La cosa es que la percusión ayuda en la puesta en escena, aunque también hay ocasiones en las que tapa demasiado la voz del bar(ba)do.

Iker Lauroba saltó al campo acompañado de tres músicos. Hizo un disco muy tierno y meloso en la primavera de 2015 (con letras de Harkaitz Cano) y eso fue la base del concierto. Ahora bien, desde el jueves no hay manera de quitarme de la cabeza una versión de The Rythm of The Night, una canción de los 90 (mucho mejor la copia que el original: The Rythm of The Night).

Ambos, cada uno por su cuenta, están grabando en estudio canciones que luego a saber en qué se convierten. Bassmatti está con Xabier Erkizia antes de escaparse a Japón, mientras que Lauroba anda por Mutriku (según su twitter).

La exposición "Voces" de la Real Sociedad

Con motivo de la capitalidad cultural Donostia 2016, la Real Sociedad ha montado la exposición "Voces" en el Estadio Anoeta. Acompañados de un aguacero de los buenos, unos cuantos seguidores blanquiazules nos acercamos al Estadio. Hizo de cicerone Iñaki Mendoza y la verdad es que resultó de agradecer su presencia.

Dice la organización que no es una exposición dedicada al fútbol. Por un lado, está el papel que juega la Real Sociedad como elemento vertebrador en Gipuzkoa. Tuvimos tiempo para ver tres fragmentos de sendas entrevistas con Iñaki Gabilondo, Andoni Egaña y Meho Kodro. El bosnio habló sobre la guerra en su país allá por la década de los 90 del pasado siglo, mientras él era jugador realista. Tal y como está el mundo, la verdad es que su relato resultaba muy cercano, y mucho más teniendo en cuenta que Meho usaba el pretérito perfecto para contarnos su historia (en vez de "vino mi hermano" echaba mano de "ha venido").

Por otro lado, la labor desarrollada por la Real con la igualdad como objetivo. No tuvimos tiempo de ver este tramo de la exposición, pero sí que adiviné imágenes y voces de Mayi Ayestaran y Txaro Barinaga-Rementeria (no sabía que la fotógrafa Txaro había sido jugadora del equipo de baloncesto en sus años mozos).

Me quedé con las ganas de darme un garbeo con más tiempo, pero no sé si será posible, porque la muestra cierra sus puertas el 20 de este mes. ¡Espabilad!

El Festival Punto de Vista

El sábado por la mañana el (buen) tiempo nos acompañó camino de Iruñea. Dejamos el carro en Arrotxapea y subimos al Casco Viejo utilizando el ascensor. La cita era en Baluarte.

Cerca de nuestro punto de llegada, mientras esperábamos que el semáforo del paso de cebra se pusiera verde, vimos cómo un grupo numeroso de personas esperaba en el otro lado. Comenté con mis acompañantes que tenían pinta de ser socialistas o de la UGT. Pues no: eran militantes y dirigentes del PNV que estaban celebrando su asamblea en el mismo Baluarte y que se dirigían hacia el Monumento a los Fueros para la correspondiente ofrenda floral. ¡Vaya vista!

Al mediodía vimos La Academia de las Musas de José Luis Guerín. A la tarde, por su parte, Dieu sait quoi de Jean-Daniel Pollet. La segunda fue tras comer en el camarote de Katakrak y la verdad es que me costó pillar algo, una hora y media de movido bodegón.

La película de Guerín dio que hablar antes, durante y después de la comida. Yo la vi a gusto, quizás porque interpreté que era una parodia. ¿Sería eso lo que pretendía Guerín? ¡A saber! Aquí abajo lo cuenta él antes de la proyección del viernes en la Tabakalera donostiarra.

Hegal egiten (III), apunte hau euskaraz.

 

Volando voy (IV)

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Amorante

El pasado jueves Amorante (Iban Urizar) presentó disco en Garoa Kultur Lab. Un par de semanas antes le tocó ejercer de telonero en el concierto de El Niño de Elche en la sala Dabadaba, pero la gente no le ayudó en exceso. Yo llegué tarde y no conseguí entrar en su propuesta.

El jueves, sin embargo, pasó justo lo contrario: la gente acompañó en silencio (cuando correspondía) y no me costó nada disfrutar con su música. Alguna letra de Harkaitz Cano, otra de un tío suyo un tanto especial, alguna escrita por el mismo intérprete... Con la ayuda de una loop station (o como se llame ese instrumento que parece tradicional en Elgoibar), nos llevó por diversos territorios. A veces por la montaña, otras veces por el Mediterráneo (me vino a la cabeza Rachid Taha). No me preguntéis por qué su música me lleva al monte, porque no lo sabría explicar.

Resumidamente, la música de Amorante merece la pena. Aquí tenéis su disco homónimo: Amorante. Si queréis algo más, os dejo con el vídeo de un concierto de papel ofrecido a comienzos del pasado año en Zarautz.

25 aniversario del Festival de Teatro de Bolsillo

El Festival de Teatro de Bolsillo cumple 25 años. Su intención inicial consistía en llevar a bares y locales de los barrios de la ciudad el teatro y buscar nuevos públicos. Hoy en día también busca algo parecido.

Se ha venido celebrando habitualmente durante el mes de mayo, pero este año (creo que con buen criterio) se ha decidido adelantarlo al mes de febrero. En mayo hay demasiadas actividades en la ciudad y el ambiente cálido de un bar se agradece más durante los meses invernales.

La primera función se hizo el 11 de febrero y la última será una gala especial el 27, el próximo sábado. Muchos bolos han estado hasta arriba de gente y parece que esta será la tónica hasta el final. ¡Larga vida, Poltsiko!

Derbi

No me voy a alejar de los bares. El domingo por la tarde la Real fue a San Mamés a jugar contra el Athletic. Vi el partido en un bar del barrio. Buena y merecida victoria de los blanquiazules que jugaron un partido serio.

Lo que más me llamó la atención fue el ambiente del bar. Varias personas diciendo las de dios, obviando la presencia infantil en el establecimiento. Es el típico día en el que piensas que el fútbol es para personas adultas.

Menos mal que la víspera estuve en Zubieta para ver ganar al Sanse (toda la segunda parte con diez) en su partido contra el Amorebieta. Buen ambiente, fútbol a pie de césped, olor a hierba. Nada más y nada menos.

Belén Gopegui y la política

Entevista de Alberto Moyano en el DV de hoy (porque Gopegui ha estado en San Sebastián en una tertulia literaria). Me he quedado con esto:

"Hace un año lo político parecía estar recobrando el impulso propio de los momentos históricos cuando la política se convierte en el arte de lo imposible; hoy, parece, se vuelve a los cauces tradicionales de la política como arte de lo posible".

Hegal egiten (IV), apunte hau euskaraz


Spotlight aquí, ahora

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Hoy se ha hablado en las redes sociales mucho de la salida de prisión (¡ya era hora!) de Arnaldo Otegi. Además, en la tuitesfera en euskera, también ha dado que hablar un artículo de opinión (Spotlight hemen, orain) firmado por el periodista Alberto Barandiaran. No he visto la película Spotlight, una de las triunfadoras de la pasada gala de los Óscar, pero sí sé que habla de abusos sexuales a menores practicados por curas en Boston (EE.UU). Barandiaran comienza en América, pero trae el tema a casa. A Irun, concretamente. Años 70. Traduzco del euskera.

'Spotlight' aquí, ahora

En una de las escenas de la película Spotlight, el protagonista, veterano periodista de investigación del periódico Boston Globe, le pregunta a un antiguo compañero de clase cuál era el deporte que practicaba en los tiempos del instituto. «Estaba en el equipo de béisbol», le responde. «Yo jugaba a rugby. El Hermano Talbot dirigía el equipo de hockey. Si uno de nosotros dos hubiera elegido el hockey, hoy, quizás, no estaríamos aquí». El Hermano Talbot había violado a varios jóvenes en una escuela de un distinguido barrio de Boston en la década de los 70. Aquellos jóvenes no eran especialmente atractivos, ni especialmente jóvenes, pobres o ricos. Les gustaba el hockey y el Hermano Talbot dirigía el equipo de hockey de aquel instituto. Eso era todo.

El Boston Globe puso en marcha una extensa investigación sobre esos casos a principios de la década de los 90. Gracias al trabajo desarrollado por el grupo denominado Spotlight, quedó demostrado que la Iglesia Católica había silenciado, durante décadas, todos aquellos abusos de Boston, y que había ayudado y protegido a los culpables. Más tarde se supo que no sólo había sucedido en Boston. Salieron a la luz casos similares en otras ciudades estadounidenses y europeas. También en África y en Asia. Es decir, el problema era sistémico. Tocaba a todos los estamentos de la Iglesia Católica.

Los periodistas del Boston Globe se hicieron con el prestigioso premio Pulitzer gracias a este trabajo de investigación, y el filme Spotlight ha conseguido el Óscar a la mejor película este año. Me lo recomendaron vivamente dos jóvenes periodistas. Les despertó tal pasión que se preguntaban dónde se escondería en nuestra tierra un escándalo semejante. Se mostraban muy dispuestos a investigar con ganas y a airear trapos sucios. Que a ver dónde estaba ese escándalo entre nosotros.

Cuando éramos jóvenes, sufrimos abusos en el colegio La Salle de Irun. El Hermano Valerio, el tutor, aprovechaba la última hora de la semana para situarse ante nosotros y hablar tranquilamente, en un ambiente distendido. Se sentaba en la parte delantera de su mesa, o en los pupitres de la primera fila, mirando hacia nosotros, y comenzaba a reflexionar en voz alta, como si estuviera entre amigos. Remarcaba frecuentemente que lo que allí se decía no podía salir de aquella habitación. Que era nuestro ámbito de confianza. Si alguien se iba de la lengua, ello suponía una traición al grupo. Que sólo de aquella manera conseguiríamos hacernos confesiones mutuas. Que aquello era bueno.

Una vez nos dijo que conocía a jovenzuelos como nosotros que se tocaban mutuamente el pene como una manera de mostrar "confianza o amistad". Que no conocía una muestra más auténtica de la amistad que la masturbación recíproca.

Teníamos trece años.

Cuando tocaba tutoría, hacía que nos sentáramos encima de nuestras mesas, con los pies en los pupitres, de frente. Ponía sus manos en nuestros muslos y nos daba fuertes abrazos. Metía su mano debajo del jersey. Su temperamento era un tanto colérico y se enfadaba si nos apartábamos. Nos inoculaba la idea de haber pensado mal. Su palabra clave era "confianza".

En aquella época, trabajaban mucho los ejercicios espirituales, las convivencias. Eran voluntarias y Valerio consiguió convencer a nuestra cuadrilla. Seis amigos fuimos con él a una casa del Antiguo de San Sebastián a pasar un fin de semana. Era verano porque había regatas. Casualmente, una de las tres habitaciones que nos tocó era demasiado pequeña, y cuando llegó la hora de acostarse, Valerio nos dijo que había sitio en su habitación para que alguno de nosotros lo acompañara. No sé cómo, pero los turnos se formaron muy rápidamente y yo me quedé sin sitio. Me puse tozudo con Valerio: que echaría un colchón al suelo y que ya me arreglaría con Iñaki. No le gustó. Se pasó todo el día siguiente de mal humor. Se quejó de que no había confianza. Cuando cogimos el tren de vuelta a casa, todos nos relajamos como si nos hubiéramos quitado un gran peso de encima.

Sí, yo podría haber sido un miembro del equipo de hockey.

Me atrevería a decir que aquí no se hablado ni investigado de verdad jamás lo sucedido durante tantos años alrededor de la educación relacionada con la Iglesia. Cómo se ha tolerado todo eso. Cómo se ha callado. No hemos preguntado, no hemos escuchado, no hemos contado. Y aquí, nosotros, tenemos un Pulitzer.

Porque no fue sólo el Hermano Valerio, y porque no fueron únicamente abusos relacionados con la pasión sexual. En la misma escuela y época, un profesor perdió los nervios en cierta ocasión y le dijo a Pedro Pablo que saltara por la ventana: "Pedro Pablo, hala, tírate por la ventana si te da la gana". Y Pedro Pablo se tiró por la ventana.

No llorábamos. No nos quejábamos. Irun, década de los 70.

Trasladaron de colegio al Hermano Valerio porque en una de aquellas tutorías se le fue la mano y se quejaron los padres. Le cambiaron de colegio.

Es cierto que la película Spotlight despierta un deseo hacia nuestra profesión. Una especie de grito: que el periodismo tiene la capacidad y, sobre todo, el deber de denunciar las injusticias.

Hoy, aquí.

Volando voy (V)

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Neskatoak

Es martes por la tarde y recibo una llamada telefónica. Es un amigo que se va a acercar a Hondarribia a ver un documental del periodista Jon Abril (Neskatoak). No ando bien de tiempo, pero era una propuesta que no se podía rechazar.

El trabajo de Jon recoge las historias de una docena larga de mujeres que cruzaron la muga para trabajar como sirvientas (algunas en París, la mayoría en el Norte del País Vasco) entre las décadas de los 50 y 70 del siglo pasado. Ya os digo yo que podía estar mejor filmada y montada, pero quizás porque se me hacen muy cercanas las historias contadas y están contadas con mucho cariño, a mí me llenó. Incluso me reí, al igual que buena parte de la sala, porque algunas de las protagonistas tienen chispa y gracia contando sus aventuras y desventuras.

Se estrenó el domingo 6 de marzo en el pueblo de Abril, Bera. Y, tal como he dicho arriba, yo lo vi el día 8 en Hondarribia (más de 200 personas en la sala, la mayoría mujeres, porque era un actividad organizada dentro del programa del Día Internacional de la Mujer) y esta misma semana, el 16 de marzo, se podrá ver "Neskatoak" en el Koldo Mitxelena de Donostia (la agenda de proyecciones está en la web).

Al día siguiente, una amiga me comentó que el planteamiento del film le recordaba el documental A las puertas de París, un trabajo de 2008 dirigido por Marta Horno y Joxean Fernández (sí, el director de la Filmoteca Vasca) donde se da voz a varias porteras parisinas. Todas ellas son españolas a punto de jubilarse (o jubiladas ya). Se puede ver enterito en la red (43 minutos).

La mirada del otro

También la pasada semana se celebró del 7 al 10 de marzo la XXII edicion de dFERIA, un festival de artes escénicas dirigido a profesionales, pero también al público teatrero en general.

Sólo he podido acercarme a ver una obra, La mirada del otro, una pieza que va sobre los encuentros restaurativos que tuvieron lugar en el 2011 entre disidentes de ETA y víctimas de la organización en la cárcel de Nanclares. El material que manejan es potente (han llevado a escena diálogos basados en los encuentros mismos). Tres intérpretes: una mediadora, un exmiembro de ETA y una víctima de la organización. Escenario mínimo: dos mesas y tres sillas movidas y removidas de sitio por los actores.

Creo que se estrenó el pasado mes de septiembre en Eibar. Y recientemente ha tenido problemas en la localidad onubense de Cartaya (la compañía Proyecto 43-2 ha denunciado censura).

Para mí lo más interesante fue la mesa redonda posterior (y parece que así ha sucedido en más ocasiones). Moderó el diálogo Jaime Otamendi y, además de los intérpretes, tomaron parte Maixabel Lasa (víctima de ETA) y Edu Santos (mediador en los encuentros de la cárcel). También se sumó el público y, contrariamente a lo que suele ser habitual, las intervenciones fueron interesantes y sensatas. Sólo me acuerdo de la intervención de una persona que dijo ser hermana de una persona a quien mató la Guardia Civil hace 40 años. Apuntó que ya le habría gustado a ella haber participado en este tipo de encuentros. Edu Santos le respondió que para ello eran necesarios tres elementos que no se daban: una acción condenatoria de la Justicia contra dicha persona, arrepentimiento (aunque no sé si empleó esta palabra en concreto) y su disposición a participar en los encuentros.

Los miembros de la compañía (Estibaliz Curiel, Pablo Rodríguez y María San Miguel) destacaron un reciente encuentro con estudiantes en Elda (Alicante). En este caso, era previo a la obra y la gran mayoría del alumnado no quería dar segundas oportunidades a nadie y se mostraban más favorables a la mano dura. Sin embargo, tras el debate, una buena parte cambió su punto de vista e, incluso, hubo algunos estudiantes que se acercaron a ver la representación teatral.

En Youtube hay un vídeo con todo el montaje subido por la propía compañía.

Hegal egiten (V), apunte hau euskaraz.

Las personas refugiadas deben vivir en Europa

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Hay una expresión muy de los 80 en el País Vasco: "errefuxiatuek Euskadin bizi behar dute" (las personas refugiadas tienen que vivir en Euskadi). Era un lema coreado en las manifestaciones cuando el Estado francés comenzó a retirar el estatuto de refugiado y expulsar de Iparralde (Norte de Euskal Herria) a personas de Hegoalde (Sur de Euskal Herria). Ahora, son las y los refugiados de Siria, Afganistán, Irán... quienes quieren vivir en Europa huyendo del caos de sus respectivos países.

Hoy quiero traer por aquí las palabras de un par de periodistas vascos que cubren los conflictos de Oriente Próximo.

De lo dicho por Ane Irazabal a Sustrai Colinari ("Gertatzen dena kontatzeko gaude, ez protagonistak izateko") en febrero de 2015 (traducido al castellano aquí: Ane Irazabal, desmitificando a los corresponsales de guerra):

"(...) los refugiados sirios que nos encontramos el año pasado en Lampedusa nos reconocían todos lo mismo: “creíamos que lo que sucedía en Palestina no nos podía suceder a nosotros, que estábamos a salvo en Damasco, que nosotros vivíamos bien”. Con cuatro hijos, sin nada, acababan de llegar en una patera. Por eso digo que la verdadera empatía se logra metiéndose en la piel del prójimo, y que para ello tienes que creer que a ti también te puede pasar. Cuando lo logras, se te pone la piel de gallina..."

En enero de 2016 se publicó, por su parte, la que el mismo Colina le hizo a Mikel Ayestaran ("Nabilen tokietan, propagandak informazioak baino indar handiagoa du"). Traduzco este trozo:

"No nos engañemos: aquí la gente no habla de los suníes, de los drusos o de los chiíes; habla de la Real. Además, Occidente mira al resto del mundo por encima del hombro. Nosotros hemos exportado la democracia, nosotros hemos exportado los valores del bien, nosotros... Aunque hemos desarrollado una mínima empatía sobre las tragedias de Oriente Próximo, siempre nos imaginamos que no nos puede suceder algo parecido, que estamos a salvo."

No sé vosotros, pero yo estoy totalmente perdido: me siento huérfano. Parece que la política es incapaz de abrir vías. Además, nos hemos hecho viejos, nos hemos aburguesado y tenemos un miedo de la leche hacia el extranjero, el extraño (lo de siempre: los pobres).

A pesar de todo, hay gente que permanece alerta y que está ayudando en los lugares donde están estas personas refugiadas. Dos ejemplos cercanos aquí en Gipuzkoa: Hotz Zarautz y Zaporeak (como complemento, la iniciativa #DesafíoKatiuska por ejemplo).

Se pueden decir muchas cosas (incluso en contra), pero yo en estos casos soy más de aplicar lo que decía Bertolt Brecht en su poema Refugio nocturno.

Hay dos versiones en euskera de Gaberako aterbea: la original de Mikel Laboa y la de Negu Gorriak en el disco homenaje a Laboa (Txerokee).

Me han contado que en Nueva York
en la esquina de la calle 26 con Broadway
en los meses de invierno,
hay un hombre todas las noches
que, rogando a los transeúntes,
procura un refugio a los desesperados
que allí se reúnen.

Al mundo así no se le cambia
las relaciones entre los hombres
no se hacen mejores.
No es ésta la forma de hacer más corta
la era de la explotación
pero algunos hombres
tienen una cama por una noche
durante toda una noche
están resguardados del viento
y la nieve a ellos destinada cae en la calle.

No abandones el libro que te lo dice, hombre,
Algunos hombres tienen una cama por una noche
durante toda una noche
están resguardados del viento
y la nieve a ellos destinada cae en la calle.
Pero al mundo así no se le cambia
las relaciones entre los hombres
no se hacen mejores.
No es ésta la forma de hacer más corta
la era de la explotación.

Errefuxiatuek Europan bizi behar dute, apunte hau euskaraz.

Volando voy (VI)

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Poch & Derribos Arias

Viernes tarde, doble cita en el Centro Cultural Ernest Lluch de Amara. Por una parte, Carlos Rego presentaba su libro sobre Derribos Arias. Por otra parte, el homenaje en directo de Rafael Berrio a Poch (PochXBerrio).

Ricardo Aldarondo iba a participar en la presentación, pero problemas laborales de última hora lo impidieron (aunque sí que consiguió llegar al concierto). Alejo Alberdi (miembro de Derribos Arias), Rafael Berrio y Gregorio Gálvez arroparon a Carlos Rego en el acto. No he leído el libro y no viví de cerca aquella época, pero la presentación cumplió, en lo que a mí respecta, su principal función: consiguió que me entraran ganas de leerlo.

Tras media hora de descanso, aprovechada por el público para beberse las cervezas que la organización puso a su disposicón, Rafael Berrio se subió al pequeño escenario con Iñaki Huarte Fisuras (guitarra), Ikerne Giménez (bajo) y Nagore Etxabe (batería). También les acompañaron por momentos Elena Setien y Carlos Rego.

El local es pequeño, pero gana mucho sin sillas. La luz le dio un apropiado toque de salón de actos de instituto. El sonido fue muy bueno y el grupo aprobó con nota alta el examen.

Un buen botón de muestra el vídeo grabado por Javi Haspi de la canción "Íntima decoración".

Édipo (Companhia do Chapitô)

El sábado a la tarde esta compañía portuguesa llenó la sala Gazteszena de Egia con su particular versión de Edipo. No los había visto nunca, pero han venido muchas veces a Donostia y al País Vasco.

Se levantó el telón y apareció ante nosotros un escenario desnudo. Pocos momentos después hicieron acto de presencia los tres intérpretes. Mostraron su habilidad para, a palo seco, representar un buen número de personajes y ambientes.

Un compañero que ve mucho teatro me dijo que fue la obra que más le gustó el pasado año. Volvió a verla con los críos y éstos también lo pasaron bien.

Si Companhia do Chapitô pasa cerca de vuestro pueblo, id a verlos. De nada.

#DesafíoKatiuska

La iniciativa Desafío Katiuska, puesta en marcha por un grupo de trabajadores de Donostia Kultura, ha culminado este mediodía con un acto celebrado en la plaza Zuloaga, frente al Museo San Telmo de la ciudad. En dos palabras, consiste en recoger botas para las personas refugiadas que han llegado a Europa y denunciar la situación que están sufriendo.

No sé cuáles eran las expectativas iniciales, pero hasta ayer sábado se habían recogido 15.000 pares de botas en Gipuzkoa. Y es que además del grupo promotor un buen número de gente (cuadrillas, asociaciones, instituciones, empresas, ayuntamientos, escuelas...) se ha ido sumando por el camino. Y la verdad es que daba gusto ver lo diverso que era todo Los próximos días sabremos cuánto calzado se ha conseguido reunir.

La artista Zuhar Iruretagoiena ha hecho una instalación con las botas que las ciudadanas y los ciudadanos llevaron el mismo domingo a la plaza Zuloaga. Me ha gustado esta fotografía de Javier Hernández.

Javier Hernández-en argazkia: #KatiuskaErronka

Esta otra es mía:

#KatiuskaErronka

Hegal egiten (VI), apunte hau euskaraz.

7 años, Javier

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Dear JOR,

Un enlace de Felisa Pino me ha puesto sobre aviso: mi último Dear JOR es del 2014 (Cinco años, Javier) y hoy he decidido que había que llenar ese vacío.

El otro día eché unas risas con Gonzaga a cuenta de un par de apuntes tuyos sobre Eurovisión (éste referente a la última edición que viste, la del 2008) y otro de mayo de 2003 (Ainhoa, Otegi y «los vasquitos»). Venía a cuento la cosa porque la organización del festival había publicado una lista de enseñas prohibidas entre las que estaba la ikurriña. Fíjate cómo está la cosa que ha salido Rajoy, en twitter, ¡sacando la ikurriña!. Arnaldo Otegi, que salió hace unas semanas de la cárcel después de más de seis años y medio dentro, le ha contestando citando a Fraga.

Aprovechando el Primero de Mayo, conviene no olvidar que a un líder sindical como Rafa Díez le queda aún más de un año de condena por delante. Y el gobierno del señor plasmado no parece tener ninguna intención de sentarse a hablar para finiquitar lo de ETA.

Leí el domingo por la mañana una entrevista con un viejo conocido a quien soltaste más de una hostia en vida (Jesús Eguiguren: "Me tomaron por loco y me hicieron el vacío en el partido, para muchos la paz es una putada”). No hay muchas novedades en el texto, pero cada vez las suelta más gordas con respecto a su partido. No he entendido muy bien el primer comentario, el de José Luis Uriz: se acuerda de Enrique Curiel y destaca su labor por la paz.

Tras un 2015 electoral (elecciones municipales y locales en mayo; generales en diciembre) parece que el 2016 no le irá a la zaga (repetición de las elecciones generales en junio y elecciones al Parlamento Vasco allá por otoño). Hay una sensación general de hastío y hartazgo, o eso me parece a mí, aunque también habrá movimientos antes (¿coalición Podemos-IU?) y después.

Tu amigo Cebrián sigue con mando en plaza: apareció el nombre de su exmujer en los Papeles de Panamá y se puso a hacer de las suyas, aunque también hay gente en la SER que no le hace ni caso (veremos cuánto aguanta Javier del Pino).

Pasé el penúltimo fin de semana de abril en Santander. Gente que tú conoces bien me llevó a una fiesta con motivo del tercer aniversario de La Vorágine. Abrió la noche en el Black Bird un clásico: Luis Pastor. Era la primera vez que lo veía, a pesar de que lleva ya más de cuarenta primaveras con la guitarra en bandolera. Le acompañó Lourdes Guerra a las voces. No la conocía, pero a tenor de las caras que ponía, daba la impresión de no estar demasiado a gusto encima del escenario.

Me sorprendió Pastor declamando. Por ejemplo, Qué fue de los cantautores, un texto del disco homónimo de 2012. Hay varios vídeos por ahí en los que aparece recitando, la mayoría a pelo, alguna con acompañamiento musical. He elegido uno de los más reivindicativos.

Lo dejo por hoy, Javier. Te podría contar algo de los refugiados, pero me da vergüenza lo que estamos haciendo con(tra) ellos.

Un abrazo.

Zazpi urte jada, Javier; apunte hau euskaraz.

Los Zulueta, un texto de Fermin Etxegoien

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Fotografía de Juan González Andrés aka @foteropanico.

Aprovechando que estoy recuperándome favorablemente de un “esguince grado II del ligamento lateral externo del tobillo izquierdo” por hacer actividades impropias de mi edad (según dicen mis queridas amistades), voy a traducir por encargo (indirecto) de Carlos Rego la reseña-crónica hecha por Fermin Etxegoien (Zuluetarrak) del concierto que la banda reunida en torno a Rafael Berrio dio el pasado 15 de abril en el Centro Cultural Ernest Lluch en homenaje a Derribos Arias.

Dos cosas antes de nada:

1.- Me ha costado entrar en lo que Etxegoien quiere trasmitir, pero espero no haberme equivocado mucho.

2.- Es un texto en euskera y dirigido, por tanto, a esta población. No sé si se va a entender bien fuera o, incluso, aquí.

Ahí va.

Los Zulueta

"Parecía que estábamos en El Huerto" dijo alguien presente en la sala -una viuda mayor de 60 años y muy conocida en San Sebastián, cuyas hija y nieta/o también estaban por allí- nada más terminar el breve concierto-homenaje a Derribos Arias, cuando ya estábamos fuera del Centro Cultural Ernest Lluch en medio de la lluviosa noche de Anoeta.

ETA había hecho explotar en la década de los 80 aquel pub, de nombre El Huerto, punto neurálgico de la movida donostiarra de la época, en la otra punta de la ciudad, en la plaza de la Trinidad... y antes del pequeño concierto habíamos escuchado una especie de reivindación de la Cultura de la Transición (es decir, antes de que el kitsch del RRV se apropiara de todo) en la presentación de Derribos Arias: Licencia para Aberrar -libro escrito por el periodista orensano Carlos Rego.

La jaula de oro -en nuestra visión estereotipada hasta decir basta- de aquellos ciudadanos modernos y burgueses a más no poder en aquella Donostia cool -avant la lettre- e impenetrable. Quicir: para los mocosos de la provincia. Ha sido más tarde cuando he imaginado, por decir alguien, al propio Alejo Alberdi (presente en la sala) viviendo en una villa decadente como la del director de cine Iván (Zulueta) con vistas a Ondarreta. Es decir, personajes de aquella canción escrita por Rafa Berrio treinta años más tarde: Mis amigos, esa gente cargada de apellidos.

El músico de Gros se enfrentó al reto: tocar en directo las ocho mejores canciones -en su opinión- de Derribos Arias. Ikerne Jiménez al bajo, acompañante habitual de Alaska. La bilbaina apareció embarazadísima, con una imagen post-warholiana impactante. A la guitarra, Iñaki Huarte "Fisuras", un clásico de aquella escena new-wave, potente y sensible. A la batería, la joven zumaiarra Nagore Etxabe, una competente baterista de imagen riot-grrrl.

Arrancaron con A Flúor y continuaron con Quién hay. Como jamás había sonado Derribos Arias, me susurró (Xabier) Montoia. Demasiado bien me querría decir. Sólida y fielmente en mi opinión. Sin dejarse enredar en la dramaturgia del difunto Poch, pero sosteniendo el drama que había en sus canciones.

Nos gustaban todas las deconstrucciones de Derribos (música y texto). Aquel "aberrar" español tan cercano y tan lejano al mismo tiempo de este "aberri" en euskera.

Finalmente parece que se ha articulado una especie de crítica post a la estética de la izquierda abertzale (Maia, Gure Esku Dago), pero el germen de todo esto está en la tan denostada hoy Cultura de la Transición. Lo que pasa es que aquello era muy español y que algunos que estábamos allí (que también éramos euskaldunes, vasco-hablantes) luego nos callamos por respeto al folklore. Tal y como resulta conocido, una de las pocas excepciones fue el propio Montoia (M-ak).

Pero tira, tal y como diría el propio Berrio, "ya qué importa quiénes fuimos (Este Album, 1971, Warner)" (el entrecomillado en castellano en el original).

Actualización de las 14:15 horas. Jabi Haspi ha subido un par de vídeos más del concierto: muy bueno el sonido y flipante cómo lo capta el propio Jabi. Mi reconocimiento desde aquí.

Un abrazo, Alain

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Llevo desde el pasado sábado sin poderme quitar una imagen de la cabeza. Corresponde a un homenaje, el que le hicieron a José Luis López de Lacalle, asesinado por ETA el año 2000. Aparecen cinco personas en torno a un ramo de flores apoyado en la base de piedra de una escultura. Son la viuda y el hijo de la víctima, así como representantes del partido que convocó el homenaje (locales y provinciales). A la derecha hay más gente, pero no parece que sean muchos.

Fotografía: Aiurri.

Alain es el hijo. No lo conozco demasiado, pero sí que lo he saludado más de una vez en algún bar o en algún acto cultural (últimamente en el concierto-homenaje a Derribos Arias). Saludarnos y cruzar un par de palabras, nada más.

No le he escuchado jamás hablar en público de su dolor (sí a su madre y a su hermana). Parece que ha decidido permanecer callado.

Nunca le he preguntado a ver qué tal está, cómo vivió ese cambio radical de vida con apenas veinte años recién cumplidos, cómo se enfrenta uno a la vida tras perder a tu padre de manera tan cruel, cómo hay que hacer para mantener esa aparente serenidad en los actos de recuerdo del viejo, cómo tirar hacia adelante a sabiendas de que tu criatura recién nacida (zorionak, ya que estamos) no conocerá a su abuelo... Cómo.

He leído un par de noticias sobre el acto (Lopez de Lacalle gogoan, una de ellas). También he visto el vídeo que he pegado ahí abajo (factoría Aiurri). Me extraña que la alcaldesa de Andoain no acudiera. No tengo ni idea de cuál es el motivo, pero creo que debía haber estado ahí, a pesar de ser un acto del Partido Socialista.

Hay que mostrar empatía con respecto a quien sufre. Sobre todo con personas que están un tanto alejadas de tus coordenadas políticas. Si en este pueblo queremos avanzar, son necesarios más gestos, aunque sean pequeños.

Alain, yo no te he dicho nunca nada sobre todo esto, quizás porque no he encontrado el momento adecuado, seguramente porque nuestra relación es de cortesía, pero quería escribir estas líneas para enviarte un abrazo en público.

Hasta la próxima, Alain.

P.S.: si alguien lo desea, puede leer este apunte de Javier Ortiz "Tengo miedo".

Besarkada bat, Alain (apunte hau euskaraz)


Badiola: el futbolista que se quedó en el Hotel Corona de Aragón

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Fútbol y literatura llevaba por título el diálogo entre dos Santiagos (el periodista Segurola y el escritor Roncagliolo) que tuvo lugar el pasado viernes en las catacumbas del Estadio Anoeta, concretamente en el Centro Cultural Ernest Lluch. Era una de las últimas actividades programadas dentro de la edición de este 2016 del festival Literaktum y fue Aixa de la Cruz la encargada de repartir juego entre ambos ponentes, tarea harto complicada estando Segurola por medio, ya que cuando el bilbaino toma la palabra cuesta pararle. Por si esto fuera poco, todos sabemos el poder de atracción que tiene el fútbol (y es que, en este caso, la literatura quedó en un segundo plano).

Tras el acto, varios de los congregados nos atrevimos con el Parque Temático del Pintxo (lugar anteriormente conocido como Parte Vieja donostiarra: en algún momento tendremos que decir que, quitando cuatro o cinco bares, ese espacio ya no nos pertenece a las y los donostiarras). Y fue allí donde salió a colación el apellido Badiola. Imagino que la mayoría pensaréis que ahora tocar hablar de la Real, pero no es así.

Fue tirando del hilo Valdano como llegamos a este destino. A mediados de la década de los 70 del pasado siglo, con Franco ya en las últimas, llegó a Vitoria un joven argentino llamado Jorge Valdano para jugar en Segunda División con el Alavés. Pasó cuatro temporadas con los babazorros y lo fichó el Zaragoza con 23 años, junto a José Ramón Badiola. Valdano tuvo luego una destacada carrera, pero el vizcaíno de Ondarroa se quedó por el camino.

 

La fotografía es de la web Los Blanquillos. De izquierda a derecha: Valdano, Badiola y Trobbiani.

Todo cambió desgraciadamente el 12 de julio de 1979. La delegación alavesista se hospedó en el Hotel Corona de Aragón. Sin embargo, Jorge (Valdano) tenía sus más y sus menos con los dirigentes vitorianos y pospuso el viaje. Menos mal, porque esa misma mañana se declaró un incendio y murieron casi 80 personas.

Los dirigentes del Alavés consiguieron salir por su propio pie, pero no pudieron llevarse consigo a Badiola. José Ramón saltó a la calle desde el primer piso (o desde el segundo, porque el número de la planta varía según las crónicas). Se dio un buen golpe en la cabeza, pero salió más o menos bien físicamente.

Psíquicamente, sin embargo, aquella situación traumática ha marcado el resto de su vida. Aunque jugó en el equipo zaragocista, José Ramón Badiola no consiguió llegar a dar el nivel que de él se esperaba. Su vida ha sido un desastre: rompió con su novia (he leído por ahí que era la hija del gerente del Alavés) y finalizó su carrera en el equipo alavesista para recluirse posteriormente en su pueblo.

En mis habituales visitas a Ondarroa, más de una vez ha salido el nombre de este exfutbolista que ahora tiene 60 años. La última vez que hablamos de él, mi cuñado me contó que habían visto a Valdano paseando por las calles de la localidad con su excompañero. He intentado comprobar este dato en la red, pero no lo he conseguido. El propio Valdano dice en alguna entrevista que perdió todo contacto con Badiola (que lo vió una vez en Bilbao). No sé si serán posibles más encuentros, pero Valdano tiene casa en Donostia y Ondarroa está a 50 kilómetros.

Por cierto, el viernes me dijeron que el libro que el argentino acaba de publicar en la editorial Conecta (Fútbol: el juego infinito) merece mucho la pena.

Os dejo varios enlaces sobre Badiola, Valdano y los hechos del Hotel Corona de Aragón:

1.- El periodista maño Miguel Mena publicó este Deporte y literatura (enlace pdf) en el 2010. Muchas gracias a Galder Reguera por hablarme de él.

2.- Las diferentes vidas de Valdano y Badiola (reportaje publicado en la revista Líbero).

3.- Badiola: azar y tragedia. Texto de 2012.

4.- Jorge Valdano: "El Zaragoza fue el equipo donde más jugué y que más marcó mi carrera profesional". Entrevista del 2014.

5.- La Alfaques y Zaragoza le dejaron dos veces viudo. Crónica del incendio del Hotel Corona de Aragón aparecida en el diario El País el 13 de julio de 1979.

6.- El futbolista Badiola se tiró por la venta y sufrió un paro cardíaco. Información publicada por ABC en julio de 1979.

7.- Adiós a un histórico albiazul. Necrológica en El Correo sobre Txema Zarraga, gerente alavesista a finales de los 70.

8.- El ruidoso sonido de la ausencia. Columna de Carlos Moncín en El Heraldo.

9.- Jorge Valdano y el chico de al lado. Columna de Luis Alegre (2014).

Badiola: futbola ez da literatura (apunte hau euskaraz).

Peña Flamenca Dabadaba

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Me gusta escuchar flamenco de vez en cuando. El pasado jueves, por ejemplo, Rancapino Chico y Antonio Higuero abrieron un nuevo ciclo en la sala Dabadaba de San Sebastián.

Cuando le dije que intentaría escribir algo sobre el concierto, Eduardo Ranedo me replicó: "no es fácil escribir sobre esto. Es como que te estampen contra la pared con algo tan de verdad que asusta. Rodeados de tontería, estas cosas son un bálsamo". Como tiene toda la razón, hablaré sobre ello pero sin centrarme tanto en el bolo.

Cuando lo que se ha dado en llamar Rock Radical Vasco (RRV) vivía sus momentos de gloria, había (y sigue habiendo) en la plaza Urdanibia (Mosku) de Irun un bar llamado Eskina. Si no recuerdo mal, de los cuatro socios que llevaban el establecimiento dos tenían sus orígenes en Morón de la Frontera. Cuando llegaba la hora de cerrar el garito el sábado por la noche, Tapi ponía flamenco para que la concurrencia supiera que había llegado la hora de irse. Pero a nosotros, a algunos al menos, nos gustaba mucho lo que salía por los bafles: Camarón, Veneno, etcétera. Generalmente, el hecho tenía efectos contrarios a los buscados.

Esa fue mi primera aproximación al flamenco. Luego, Radio 3 y su programa Duendeando (más conocido por el lema de "Flamencos y pelícanos"). No sé si siempre ha tenido este nombre. Ahora, lo emiten sábados y domingos a las 18:00 de la tarde.

He visto algún que otro concierto: uno memorable de José Mercé en el Victoria Eugenia (con un patio de butacas a rebosar de gitanas y gitanos en su salsa); Enrique Morente en el mismo lugar; Miguel Poveda en el Teatro Barakaldo...

En Donostia no hay muchas posibilidades de escuchar flamenco. Hasta ahora poco más que la Peña Flamenca La Paquera de Jerez (un sitio al que siempre me he querido acercar, pero al que por una cosa u otra no he ido jamás) y ahora... el Dabadaba.

Trasnoches flamencos

Fotografía: Dabadaba.

Hace unos días vi en las redes que anunciaban para el 19 de mayo a Rancapino Chico y a Antonio Higuero. Y pensé que esta oportunidad había que aprovecharla. No fui el único: porque, a ojo, unas 150 personas hicimos lo mismo el jueves al anochecer.

Rancapino Chico es joven (este año 28 primaveras) y es hijo del cantaor del mismo nombre (Rancapino: ambos son Alonso Núñez además). Una persona que no conozco presentó al dúo y llegó el momento de hincarle el diente al repertorio. Cantaor y guitarrista se subieron al escenario elegantemene vestidos: traje y corbata (si hacemos caso a Higuero, de estreno, aunque vaya usted a saber).

No tengo la suficiente cultura para conocer los diferentes palos, pero el artista habló de bulerías, alegrías, tangos, una zambra hecha por Paco Cepero como homenaje a Rancapino el viejo y tanguitos para rematar la velada.

La gente en silencio y escuchando, con respeto, algo que cada vez sucede menos en otro tipo de conciertos acústicos. Casi dos horas de cante, con una parada de veinte minutos en mitad del show (parada encima del escenario, porque ellos siguieron dándole en el camerino).

Tal y como señala Alex Dabadaba, una especie de tablao, porque los músicos están muy cerca del público. Yo creo que la mayoría se quedó muy a gusto y me da que esto tendrá continuidad en otoño, aunque previamente parece que también habrá otro bolo en junio (Antonio Reyes y Diego del Morao el 25 de junio).

Camino de casa, escuché a alguien que salía del local hablando por teléfono con su viejo diciéndole: "hemos hecho flamenco y ahora vamos a hacer rock and roll, padre". Pensé que justo lo contrario que el Dabadaba esa noche.

Dabadaba Gune Flamenkoa, apunte hau euskaraz.

P.S.: aquí tenéis una actuación en directo de Rancapino Chico. Arranca a partir de los 20 minutos, más o menos.

Chirbeando

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Hemos estado unos días por Calp(e) por cuarta vez y me he acordado mucho de Chirbes.

Entre otras cosas, porque he visto las grúas otra vez trabajando a buen ritmo. Por ejemplo, a escasos metros del apartamento, en la playa Arenal-Bol, estaban construyendo un hotel de 30 pisos de altura (tiene prevista su apertura en el mes de mayo de 2017).

Por este titular del periódico Levante-EMV del 3 de junio. En portada, con fotografía del ínclito: "Carlos Fabra retoma la vida laboral como agente de seguros" Y añade: "El expresidente provincial aprovecha el tercer grado para ofrecer sus servicios a empresarios". Menos mal que en el interior, página 10, decía que "algunos ni siquiera lo han recibido". 

No recordaba el nombre del primer sitio al que fuimos a comer, pero sí que Alfonso Armada lo citaba en una de las mejores entrevistas que le han hecho al de Tabernes de Valldigna: Rafael Chirbes: "No hay riqueza inocente". Hoy la he vuelto a releer entera y es una delicia.

Abro paréntesis. El restaurante se llama Un cuiner a l´Escoleta de Sagra. Cierro paréntesis.

Además, la familia del escritor recogió el Premio Nacional de Literatura 2014 y, con este motivo, se puso en circulación el discurso que Chirbes quería leer ante Wert y cía: Un parlamento que no pronuncié.

Así las cosas, he echado mano del número 112 de la revista Turia (finales de 2014). Hay ahí un dossier extenso sobre su figura y también un texto inédito de Chirbes que él presenta así: "busco en los cuadernos en los que, con escasa disciplina, vengo anotando opiniones y recuerdos desde mediados de los años ochenta, y selecciono algunas notas que tienen como banda sonora común un fondo de violencia". Me he permitido transcribir un par de páginas largas de su viaje a Donostia para presentar la novela Crematorio en diciembre de 2007. El texto se titula A ratos perdidos.

15 de diciembre de 2007

Viaje relámpago a San Sebastián. La playa de La Concha desde una habitación del Hotel Londres y desde la cristalera de la cafetería. La mañana, muy fría, despliega un cielo purísimo, una luz que fluctúa entre el acero y el oro. Todo se recorta con nitidez, sobresale, reluce: el barrio de pescadores al pie del Urgull, las torres doradas del ayuntamiento, un pretencioso juguete. El mar es una lámina, espejo sobre el que se reflejan las edificaciones como en una acuarela impresionista: colores levemente desvaídos, finísimos. En esa calma, sorprende el borde de espuma de las olas al romper en la playa, formando un impecable arco de circunferencia: entre las boyas dispersas en la bahía se ven las cabezas cubiertas con gorro y los brazos que se levantan rítmicamente por encima del agua: son las nadadoras del Club Atlético, mujeres maduras -algunas, ya ancianas- que ni siquiera esta gélida mañana de diciembre renuncian a su baño diario. El termómetro que hay a pocos metros del hotel marca dos grados por encima de cero.

A las once de la mañana ya estamos tomando riojas y unos pinchos -mis añoradas gambas con gabardina, crujientes y esponjosas, como hace años que no las tomo, una delicada tortilla- en una tasca que se llama Paco Bueno, en el barrio viejo. Mientras damos cuenta de nuestra consumición, el propietario cierra las puertas metálicas porque hay convocada una huelga general de dos horas en protesta por la ilegalización de Batasuna. Permanecemos en el interior del local, en compañía de varios hombres con aspecto de jubilados, varios de ellos tocados con txapelas y con ese aspecto tan característico de la tierra: tipos humanos polisémicos, porque parece que concentran en su físico rasgos campesinos, arrantzales y urbanos, como si para tallar sus caras hubieran trabajado en equipo el mar, la tierra y la ciudad, también su pausada manera de caminar, el tono de su voz es extraña mezcla de mar y montaña, de lo rústico y lo urbano. Cuando salimos, las calles que media hora antes bullían de actividad, se han quedado desiertas, reina un ambiente como de mañana de domingo. La ciudad está acostumbrada a estas peculiares ceremonias cívicas que todo el mundo cumple con la misma mezcla de devoción e indiferencia que en los años cincuenta se tenía en las ciudades castellanas por la liturgia religiosa: cumplimiento del deber de conciencia en unos, y en otros un variable temor a perder la consideración por parte de la sociedad; en muchos, una confusa mezcla de ambas cosas. Ser un buen católico te colocaba en una escala de valores que te amparaba más como ciudadano que como persona, salvaba tu día a día más que tu aspiración a la eternidad.

En el apacible callejeo, mis acompañantes saludan a buena parte de la gente con la que nos cruzamos, al estilo de quien es alguien en una pequeña ciudad, la gente viste bien, con ropa de calidad y marca, y muchas de las señoras que pasean en pequeños grupos o que caminan a solas, se enfundan en caros y elegantes abrigos de pieles que entonan con la calidad de la arquitectura, el buen gusto de lo que exhiben los escaparates, o la excelencia de los productos que se exponen en la barra de la taberna que hemos abandonado hace un rato: el conjunto transmite la imagen de una sociedad refinada y opulenta lo que, para quien viene de fuera, convierte en bastante inexplicable que, por debajo, exista ese violento enfrentamiento entre españolistas y nacionalistas, y sea uno de los puntos del mundo en que se libra una guerra. No cabe en la cabeza que por detrás de las ostentosas joyerías (consagración de lo eterno) o tiendas gourmet (celebración de lo efímero), por debajo de las elegantes instalaciones de este hotel con sus pretensiones decorativas de vieja aristocracia british, se muevan fabricantes de explosivos, pistoleros que le aprietan a alguien la bocacha de un arma en la sien o en la nuca, confidentes con las manos manchadas de sangre, policías torturadores, pistoleros y matones. Me esfuerzo por armonizar esa doble imagen, por superponer los dos planos ajustando los perfiles de una y otra para que formen una sola figura, pero me cuesta, no lo consigo, más aún cuando por la noche ceno con los organizadores del acto en el que he intervenido, en un saloncito privado del Kursaal. El camino hasta allí: la arquitectura del Victoria Eugenia y el Casino, los globos luminosos del elegante puente del Kursaal, todo tan belle époque, tan hecho para gustar, y esta gente afectuosa, amigable, tan civilizada, tan acostumbrada a comer y beber bien, tan amiga de cocineros y artistas, atravesada por esa latente pulsión de violencia: cuadra todo muy mal, el hedor de la sangre, los miembros esparcidos en mitad de esta calle que pisan zapatos elegantes. El centro en el que he dado la charla se llama Ernest Lluch en memoria del socialista asesinado por ETA. Las luces de Navidad componen consignas políticas -ASKATU, leo- como si pudiera existir una lucha que compaginara la sangre con el buen gusto. Sí, ya lo sé, el nacionalismo, Franco lo exarcebó, claro que sí, yo estuve en Carabanchel por apoyar a los vascos en el siniestro consejo de guerra que se conoció como Proceso de Burgos, conviví en Carabanchel con Sabino Arana Bilbao, uno de los condenados en el proceso (evidentemente, no el ideólogo decimonónico Sabino Arana Goiri), inteligente y generoso, y con un muchacho bueno y noble que se llamaba Iñaki Aizpuru Zubitu, los recuerdo con afecto, claro que sí, era el franquismo, había que enfrentarse a él, pero Franco se murió hace más de treinta años, y antes de Franco fue lo de Isabel II, fueron las guerras carlistas, el clericalismo y antirrepublicanismo de una gente que luchaba contra esa frágil flor que fue la I República, los siniestros vaticanistas de El intruso de Blasco Ibáñez, los curas montaraces, el oscuro mugido de violencia del que nos habla en sus novelas Baroja y, con una lucidez hiriente, Sánchez- Ostiz.

A la mañana siguiente, antes de abandonar el hotel, otra vez el cielo cristalino y frío, el arco perfecto que forma la puntilla de espuma sobre la arena, los que caminan por la playa, los bracitos que salen intermitentemente del agua y los flotantes gorros multicolores de las mujeres que se bañan a pesar de los dos grados bajo cero de hoy, la sensación de una ciudad hermosa, provinciana y serena, tan lejos del turismo chabacano del Mediterráneo, donde sin embargo nadie tiene la impresión de tener que luchar por nada, ni de que le estén quitando nada, cuando allí sí que les han quitado la historia, la arquitectura, el paisaje, los han despojado de todo, arruinado: a esos sí que los entendería volando con explosivos de dinamita kilómetros de edificaciones, devorando las tripas de las rapaces que se los han estado comiendo a ellos. Y justo esos, se están quietos. Ni pían.

De vuelta, me pongo en el coche la cinta de Mikel Laboa que me acaban de regalar, Xoriek. Escucho esa voz desgarrada, melancólica, tristísima, y me entran ganas de llorar; el acompañamiento musical es a ratos jazz, en otros momentos se vuelve una sonata clásica, o te estremece con la txalaparta: fondo musical trabajadísimo, refinado, complejo, incluso sobrecargado de referencias al jazz, al blues, al soul, pero la voz de Mikel Laboa se impone, posee una hondura extraña, prehistórica, es a ratos voz de la tribu, y en otros momentos grito de animal herido -ese pájaro ciego, al que se refiere en la más hermosa canción del disco, y en la que Laboa le pone música a un poema de Ungaretti-.Entre los campesinos era costumbre pincharles los ojos a los jilgueros para que cantaran mejor. Hay una trama sonora culta en el disco, de raíces profundamente urbanas, cosmopolitas, a través de la que se abre paso la voz de Laboa, que parece proceder de la oscuridad de los bosques, o de una herida abierta en el animal humano, lugares auditivos del dolor, topos ante los que uno se arruga temeroso. "Difícilmente deja su lugar natal / quién allá tiene sus raíces. / Difícilmente deja su tierra el árbol; / sólo cuando lo abaten y lo hacen tablas", dice la traducción de un poema de Bernardo Atxaga que aparece en el libreto que acompaña al CD. Y también canta Laboa esa otra: "El pájaro / si le hubiera cortado las alas / habría sido mío, / no habría escapado, / pero, / así / habría dejado de ser pájaro / y era un pájaro lo que yo quería".

(....)

18 de diciembre de 2007

Me cambian la dirección del correo electrónico y, a pesar de que cumplo las instrucciones y compruebo con ayuda telefónica del proveedor de internet que está todo en orden, resulta que ya no puedo entrar como lo hacía antes, ahora todo es más difícil e infinitamente más lento. En esos quehaceres (o quebraderos de cabeza) estúpidos, e intentando responder a las preguntas que me envían para una entrevista, se me va medio día. La otra mitad -la mañana- la he pasado en Denia. De camino, a la ida, a la vuelta, oigo el disco de Laboa que me regaló Hasier Etxeberria. Se me saltan las lágrimas oyendo esa voz desolada que chapurrea o se inventa letras en francés o inglés, haciendo que Ne me quitte pas pierda la mínima partícula que pudiera quedarle de cursilería al texto de Brel, y se convierta en algo así como el mugido de un buey al que arrastran al matadero y huele la sangre de sus congéneres recién sacrificados; esa voz dolorida que recita historias de pájaros que mueren durante el invierno en los bosques y cuyos esqueletos no encontramos cuando llega el buen tiempo (Atxaga), la que, con palabras de Ungaretti canta: morir como las alondras sedientas; o como la codorniz que, tras cruzar el mar, se rinde junto a las primeras matas de la recién alcanzada costa, porque ya no tienen ganas de volar. Mejor esa muertes que vivir lamentándose como un jilguero al que han cegado. También están los versos que incluí en Crematorio: "si le hubiera cortado las alas al pájaro...". O esos otros: "Les abrís las manos, les dedicáis halagos líricos... pero los pájaros os rehuyen...". Todo esto es muy hermoso y muy triste, me eleva y me hace sufrir.

Chirbes remata el texto así:

Beniarbeig, 12 de septiembre de 2014.
El aire trae ceniza en suspensión y huele
a resina quemada

Ahora imaginaos a este buen hombre conduciendo su coche camino a Denia y escuchando a Laboa (Xoriek). Por ejemplo, Ne me quitte pas.

Tiempo de reflexión

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Domingo por la noche. Varios millones de personas contemplando cómo el PP le da la vuelta al calcetín del 20D y se alza con la victoria en las elecciones generales (lejos de la mayoría absoluta, pero con una considerable distancia sobre el resto y con casi 8 millones de votos). La peña echándose las manos a la cabeza sin saber muy bien cómo ha podido suceder. ¿Y qué es lo que ha sucedido? Ni idea, así que aquí no encontrarás la respuesta a esa pregunta.

La noche de ayer no llamaba a la reflexión y hoy lunes pues tampoco. Además, no he tenido tiempo para leer análisis con fundamento de los resultados del 26J.

De todas maneras sí que me ha llamado la atención mucha gente echándole la culpa a los viejos y a los paletos ("Puto pueblo de paletos” le he oído decir a alguien que como yo salía esta tarde de la playa). Con esa lectura nos quedamos más panchos que la leche y, además, podemos irnos luego de cervezas para ver cómo pierde España. ¡Que se jodan!, habrá pensado más de uno.  Pero me da que nos vamos a joder nosotras y nosotros.

En Euskadi (Comunidad Autónoma Vasca) y Cataluña, Podemos Ahal Dugu y En Comú Podem han ganado las elecciones, pero en el resto de CCAA gana el PP (incluída Navarra).

He leído por ahí que los vascos y los catalanes deseaban cambiar España con su voto, pero que los españoles no han querido: no se dejan. La única alternativa posible a semejante situación sería irse del Reino borbón.

A veces tengo la impresión de que hay personas que piensan que decir "Vámonos" resulta suficiente, como esos malos jefes que se piensan que la faena ya está finiquitada una vez verbalizada.

Reconozco que yo no estaba en clase el día que nos enseñaron a hacer autocrítica, pero veo que tal como yo hay mucha gente que no tiene la lección aprendida. Quizás no entraba a examen.

Lo dicho: es fácil descargar culpas en espaldas ajenas, pero me da que tenemos que mirarnos a nosotras y nosotros mismos.

Me callo.

Banda sonora: Black Man In A White World, Michael Kiwanuka (adelanto del álbum Love & Hate, el cual se publicará el 15 de julio. A ver si es tan bueno que como su disco de 2012: Home again).

In memoriam: tal día como hoy, en 1949, nació en Tavernes de Valldigna el escritor Rafael Chirbes. Si no hubiera fallecido el pasado mes de agosto, hoy habría cumplido 67 años.

Hausnarketa garaia, apunte hau euskaraz.

Nadie se muere

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29 de junio

Miércoles. 7:45 horas de la mañana. Estoy en el cementerio de Irun. Es un espléndido día de un verano que acaba de arrancar. Las puertas del cementerio están abiertas de par en par, a pesar de que a tenor de los carteles el lugar se abre a las 8:00. Tengo que ir a la oficina, pero me resulta obligado hacer una visita a mis antepasados más cercanos, porque voy por allí menos de lo que debería.

Me he detenido en las fechas de fallecimiento de cada uno y he calculado cómo viví cada muerte, dónde estaba y cuál era mi edad.

7:57. Ya estoy a la altura de la oficina. He tenido que venir a hacer unos papeles. Me dijeron por teléfono que no había otra manera de resolverlo. Aunque la situación me resulta extraña, me parece mucho más sorprendente mi reacción, porque no me he enfadado: estoy tranquilo, a pesar de tener que recorrer en coche, ida y vuelta, 50 kilómetros para firmar una instancia. Será la paz de los cementerios, la parsimonia del sepulturero, el CD de Senperena que me ha traído hasta aquí ("9 ganbera pieza") o será mi actitud vital: quizás de todo un poco.

30 de junio

Día de San Marcial. No me he animado a ver el alarde, porque me ha entrado una pereza monumental. Mi madre tampoco tiene ganas de salir a la calle, por lo que hemos comido los dos en casa.

En la sobremesa hablamos sobre algunas cosas de la víspera. Para enseñarme de qué caserío es la persona que me atendió, abre encima de la mesa un libro editado en el año 1999 por el Ayuntamiento titulado "Caseríos de Irun". Es obra del fotógrafo Josetxo Riofrío y reúne imágenes de algo más de 200 caseríos.

Lekunberri Baserria by Josetxo Riofrío

Esta es mi casa natal allá por el año 1999, meses antes de ser derruida. Se levanta mi madre y me da la fecha y la hora exacta tras consultar algunos papeles manuscritos que ha sacado de un cajón: a eso de las 8:15 del 17 de abril de 2000.

No tengo ni idea de dónde estaba ese día, pero ahora siento pena por no haber vivido aquel momento.

De vuelta a casa, he puesto el disco de Lou Topet "Abesti bat gutxiago". Suena, entre otras, "Inor ez da hiltzen" (el original es de los Tweedy, padre e hijo: "Nobody Dies Anymore"; la versión en euskera es obra de Harkaitz Cano).

1 de julio

Al atardecer se muere la madre de una amiga. In memoriam.

Inor ez da hiltzen, apunte hau euskaraz

 

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